Es una cuestión de velocidad (y actitud)
Imagen: Archivo La Razón
Ricardo Bajo
Imagen: Archivo La Razón
Introducción: unas cinco mil personas se reúnen en el Estadio Municipal de El Alto para ver a las tres de la tarde de un lunes un atractivo Always Ready versus The Strongest.
La hinchada stronguista llega en buen número. Biaggio abandona la tentación de poner equipo alterno y coloca un 4-4-2 con Torres y Roca de laterales, Castillo y Jusino de centrales; Robles y Quiroga en el doble cinco; Arrascaita y Quaglio por las bandas; y el doble nueve para Arias y Triverio.
La “banda roja” de Villegas se va a meter a atrás para explotar su gran virtud, la velocidad. El CAR defenderá con un 4-5-1 y atacará con un ofensivo 4-3-3.
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El partido arranca con siete minutos de retraso por falta de resguardo para el VAR. El Tigre juega con una camiseta alterna de extraño color.
Nudo: el minuto ocho va a graficar lo que será el “match”. Diego Medina, el mejor lateral de Bolivia, desborda por su banda y deja sentado primero a Quaglio y luego a Roca.
El pase de la muerte es para Edarlyn Reyes, el otro hombre del partido. Always será superior al Tigre toda la tarde; será una cuestión de velocidad (de lectura y actitud).
El Tigre volverá a ser bipolar: una cara en la Libertadores y otra en el torneo local. Cuando deja la garra en el vestuario, es un equipo vulgar.
El dominicano Reyes volverá loco a Torres; y Martínes hará lo propio con Roca. Ambos laterales visitantes serán sustituidos en el descanso.
Los pelotazos a espaldas de la lenta zaga gualdinegra serán la tónica general. Sin marca ni presión al medio (lo de Robles fue solo desaparecer) la defensa quedará expuesta una jugada sí y la otra también.
Desenlace: en el descanso, los campeones sub 20 dan media vuelta olímpica. Un perro en la cancha provoca otro retraso de cuatro minutos. Los tres cambios de Biaggio no servirán para nada. Arrascaita y Quaglio se colocarán de laterales y Ortega tratará de filtrar pelotas.
El doble nueve no aparecerá. Y Sotomayor, el tercer cambio, no desbordará por la izquierda. En la era Biaggio, el fútbol no aparece, su idea tampoco. Solo una tarde entonada de Viscarra y los errores en definición del entusiasta plantel “millonario” evitarán un marcador de escándalo.
Post-scriptum: el Tigre ve como Nacional Potosí se acerca peligrosamente a la punta. Ve como el equipo se cae fácilmente en lo psicológico y carece de armas para levantar su nivel.
El CAR afina cada día más su estilo de juego: solidez defensiva , velocidad con sus tres puntas y un futuro prometedor con jugadores jóvenes de calidad como Matías Galindo y “Viru” Paniagua.
(29/05/2023)