Austeridad, mística y talento permitieron lograr la épica del ’93
Imagen: Rodwy Cazón
Jorge Barraza (izq.), Carlos Borja, Claudia Benavente y Guido Loayza en la entrevista de este martes.
Imagen: Rodwy Cazón
Borja y Loayza contaron en el programa Piedra, Papel y Tinta las claves de la histórica clasificación al Mundial de 1994
La falta de recursos económicos, las diferentes vicisitudes, las críticas al inicio del proceso preparatorio y hasta amenazas al entrenador, hicieron de una talentosa selección boliviana de fútbol de 1993 bastante batalladora, tanto que obuvo una histórica clasificación al Mundial de 1994.
Esos conceptos y varias anécdotas fueron desgranados por dos íconos y artífices de esa selección: Guido Loayza, entonces presidente de la Federación Boliviana de Fútbol 1992-1994 y el capitán de ese equipo nacional, como Carlos Borja, el ‘capitán de todos los tiempos’.
A 30 años de la histórica clasificación que se cumplió este martes 19, el programa Piedra, Papel y Tinta (PPT), dirigido por Claudia Benavente, directora de La Razón, rindió un homenaje a esa gesta que fue más allá del deporte.
“Dejé mi vida, dejé mi trabajo y mucho más. Tuvimos trabajo y suerte y ese esfuerzo y el sueño se hizo realidad. Un día como hoy (ayer) estuvimos en Guayaquil, pero no fue fácil, por el contrario, fue difícil”, sostuvo Guido Loayza.
TAMBIÉN PUEDE LEER:
A 30 años de la hazaña: la clasificación que unió a Bolivia
Cuando a Borja se le consultó cuáles fueron las causas para ese logro, respondió que: «Hubo una conjunción de objetivos, una dirigencia clara, un grupo de jugadores ansiosos de gloria y un público que apoyó», dijo Borja.
Loayza destacó que con la clasificación se articuló al país y fue el hecho de unidad más destacado.
«Estuvimos embarcados en el proyecto por los objetivos. Nadie estaba por la plata. Los dirigentes llegamos a una federación con déficit. Los jugadores apuntaron a lograr el éxito y los objetivos», destacó Loayza.
20 DÓLARES
Loayza recordó que la FBF estaba quebrada, con déficit, pero ellos llegaron con un proyecto, con la confianza de salir adelante y la apuesta de lograr el objetivo.
«La austeridad, la modestia y la mística te une, se hizo un grupo fuerte y partido a partido avanzamos, y eso nos llevó a conquistar la epopeya en la que todos nos abrazamos finalmente», evocó el exdirigente.
Borja recordó que los 45 días de concentración cerrada en Barcelona, España, en el CAR de San Cougat les sirvió mucho más.
«Uno era el tema de los viáticos, 20 dólares, que no alcanzaba para ir del CAR a la ciudad de Barcelona, entonces muchos preferían quedarse. Estaba eso de extrañar a tu familia y eso fortaleció el carácter. Sufrir esos momentos de travesía nos dieron mucha fuerza para disputar con cualquier rival al frente», evocó Borja.
AL FINAL GANARON
«Le quitamos a Brasil un invicto de 39 años en la eliminatoria. Nunca antes ellos perdieron su historia e invicto en La Paz y luego apareció el tema de la altura», recordó Guido Loayza, quien considera que luego ganaron todos.
Destacó que una vez que se logró la clasificación, la selección boliviana logró mayor caché y eso permitió contar con mayores ingresos que ayudó para mejorar las condiciones.
Loayza sostuvo que después vino la etapa favorable, porque los ingresos mejoraron, pues la selección ya tenía rango mundialista y pactaba partidos que mejoraron los ingresos.
«Tras lograr la clasificación ese 1993. El recibimiento fue increíble. La población entera celebró. Fue un gran hito de articulación de todos los bolivianos. Añoro vuelva ese año», destacó el excapitán Borja.