Acabando con diez años de sequía, Los Angeles Galaxy derrotó este sábado 2-1 al New York Red Bulls en la final de la liga norteamericana (MLS) y alzó el sexto trofeo de su historia.
El equipo angelino, que jugaba como local, se impuso con goles del ghanés Joseph Paintsil en el minuto 9 y del serbio Dejan Joveljić en el 13, mientras el estadounidense Sean Nealis descontó para los visitantes en el 28.
El Galaxy, que agranda su condición de franquicia más laureada de la MLS, completó su resurrección desde su penúltimo lugar de la tabla en 2023 hasta coronarse en unos playoffs que vieron caer al Inter Miami de Lionel Messi en la primera ronda.
«Estamos de vuelta. Este equipo ya demostró durante el año que la calidad está de vuelta pero en el Galaxy se trata de ganar campeonatos», declaró el entrenador Greg Vanney, quien había perdido tres finales como jugador del equipo.
En la culminación de unos playoffs imprevisibles, la escuadra angelina era la favorita para alzar su primer trofeo desde 2014 frente a Red Bulls, séptimo sembrado de la Conferencia Este, pero tenía la sensible baja de su estrella, el español Riqui Puig.
Al talentoso mediapunta formado en el Barcelona se le diagnosticó una lesión grave de rodilla después de que en las semifinales jugara lesionado durante más de media hora y diera el pase del gol del triunfo.
Paintsil y Joveljić le dedicaron los goles alzando el uniforme con el número 10 del español, que disfrutó del triunfo en la grada.
El sustituto de Puig fue el uruguayo Gastón Brugman, elegido el Jugador Más Valioso (MVP) de la final tras brindar la asistencia del primer gol.
«Este es un premio al sacrificio, al trabajo, a saber esperar», declaró Brugman. «Estoy muy feliz porque los jugadores pasamos por tiempos malos y son pocos los que se disfrutan, y este lo es»
«A nivel mental fuimos muy superiores, sabíamos que el trofeo era nuestro», recalcó el veterano exjugador del Empoli y Oviedo.
La dinastía de Beckham
Las gradas del Dignity Health Sports Park (Carson, California), abarrotadas con 26.812 espectadores, festejaron a lo grande el primer título del Galaxy desde los días de gloria de la pasada década, en la que fundaron una dinastía con ídolos como David Beckham, Robbie Keane y Landon Donovan.
Desde entonces el glamour de la franquicia fue menguando al quedarse muy lejos de la final pese a contrataciones como las de Zlatan Ibrahimovic, Steven Gerrard o Javier ‘Chicharito’ Hernández.
Tras la travesía en el desierto ahora suma un nuevo trofeo a los de 2002, 2005, 2011, 2012, 2014, y agranda su ventaja con el DC United, que logró cuatro títulos en los 29 años de historia de la MLS.
En cambio Red Bulls, otra de las franquicias fundadoras de la liga, se quedó a las puertas de su primera corona como en la final perdida en 2008.
Este equipo neoyorquino forma parte del conglomerado futbolístico de la multinacional Red Bull, que posee también al Leipzig y al Salzburgo austríaco y que el año que viene contará con el prestigioso Jürgen Klopp como director de fútbol.
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Primera liga de Marco Reus
La final comenzó con una sorpresa en la alineación, con la elección de Brugman como relevo de Puig en lugar del veterano Marco Reus.
El alemán ingresó en la segunda mitad y acabó celebrando su primer título de liga a sus 35 años, después de ser tres veces subcampeón de la Bundesliga y dos de la Liga de Campeones de Europa con el Borussia Dortmund.
Brugman no tardó en responder a la confianza brindando una fabulosa asistencia al estilo de Riqui Puig por el centro de la defensa para el temprano primer gol local de Paintsil.
A la zaga neoyorquina le costó adaptarse a la baja de última hora del colombiano Andrés Reyes, descartado en el calentamiento, y sólo cuatro minutos concedió todas las facilidades para que el serbio Joveljić avanzara sin oposición hasta el área y convirtiera el 2-0.
La reacción de los visitantes llegó en un córner que, tras varios rebotes, fue a parar al defensa Sean Nealis, que controló con el pecho y remató a la red.
En la segunda mitad, el sueco Emil Forsberg, la figura del equipo, desperdició la mejor ocasión de Red Bulls para empatar al disparar al palo en un contragolpe en el 72.
«Al principio estuvimos un poco descuidados, honestamente. Nos metieron dos buenos goles pero después jugamos un buen partido. Al final tuvimos el partido en nuestras manos», afirmó Forsberg, mundialista con Suecia en 2018.
(08/12/2024)