Jorge Carlos Habegger, exentrenador de la selección boliviana, habló sobre la actualidad de la Verde, que cambió de nuevo de seleccionador y apuntó un proceso largo al mando de Óscar Villegas. El argentino estuvo de invitado ayer en el streaming de Marcas, donde dialogó con los periodistas Priscila Pérez y Jorge Barraza y apuntó a que se debe mejorar la competitividad de los jugadores en la etapa formativa.

— Todos en Bolivia te recuerdan como un gran entrenador y buena persona ¿Eso es lo que te tiene que quedar en tú carrera como entrenador en el país?

—La carrera de entrenador tiene muchas aristas, muchas veces se lo relaciona con el triunfo o con la derrota, pero lo importante es la relación que he tenido en los diferentes planteles con los jugadores, dirigentes y más allá de los éxitos o las derrotas.

— ¿Qué te pareció la Copa América-2024?

— Deja varias conclusiones, la supremacía de las selecciones de la Conmebol ante las de Concacaf y la muestra se reflejan en los semifinalistas: tres correspondieron a Sudamérica y uno a la Concacaf con Canadá, que tiene recientemente una liga, creo a partir del 2017 se formó su primera división, la mayoría de sus jugadores están en el exterior y muchos de ellos en la MLS.

En líneas generales está Copa América (2024) deja varias conclusiones y habría que repasar algunos equipos.

EEUU pensé que iba a tener un mejor rendimiento producto del crecimiento de la MLS, no tuvo una buena presentación e incluso lo destituyeron al entrenador (Gregg Berhalter), la otra es México, que busca un cambio generacional, pero no le dan paso y continuidad a los procesos, pusieron a (Diego) Coca y lo sacaron, hicieron lo mismo con (Jaime) Lozano.

Todo radica en Sudamérica con los finalistas y pensamos que Argentina, Uruguay son candidatos firmes a ganar esta competencia; Colombia fue la gran sorpresa porque no participó en el último Mundial (Qatar-2022). Chile está en un recambio y Paraguay no está encontrando la fórmula a nivel selección.

Brasil fue la gran decepción, mientras que Bolivia repite los mismos temas y con la misma problemática.

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COMPETITIVIDAD EN LAS MENORES

— Acá en Bolivia creemos que hemos retrocedido. Continuamos hablando sobre el trabajo en las divisiones menores.

— Es un tema recurrente, hace 100 entrevistas y van a coincidir la falta de trabajo en las etapas formativas, sobre todo, a nivel formativo la competencia porque los torneos se hacen en las asociaciones y han mucha disparidad. El trabajo formativo se hace sobre la labor táctica, técnica y física, que necesita el joven.

Pero se hace con la competencia, los torneos duran poco tiempo, la falta de infraestructura porque no se puede trabajar si no hay escenarios.

Yo llegué en 1986, era el tema que estaba presente en ese momento y ahora es lo mismo. Dependerá de lo que proponga la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), pero si no hay competencia para acceder a una formación apropiada, se seguirá repitiendo permanentemente.

Bolivia tiene pocos jugadores en el exterior, de las 16 selecciones  (que participaron en la última Copa América) la mayoría jueguen en ligas más competitivas, luego  ese nivel se traslada en cada una de las selecciones.

— Cuando estabas al frente de la selección boliviana y estuvo a un gol de llegar al Mundial de 1990.

— La selección boliviana cuando se clasificó al Mundial de 1994, se dio un hecho especial porque se suspendió el torneo local, eso le permitió a la Selección trabajar al mando de Xabier Azkargorta, se hizo un buen trabajo técnico y dirigencial.  Se compitió porque se hizo varios partidos amistosos en Europa, (Azkargorta) potenció el aspecto de la mentalidad  previo a llegar a un Mundial. Bolivia hizo una representación digna (en EEUU-1994), perdió con Alemania (1-0), se nutrió con dos grandes escuelas: Tahuichi y Enrique Happ, que suplieron el poco o escaso trabajo en los clubes a nivel formativo.

Se dieron dos factores: la generación de buenos jugadores como (Marco) Sandy, (Julio César) Baldivieso, (Milton) Melgar, (Vladimir) Soria y una dirigencia que apoyó a los entrenadores; entonces, estos ciclos previos al Mundial de Italia 1990 y Estados Unidos 1994 se hicieron buenos trabajos. Pero, este proyecto no se prolongó, en el trabajo formativo y se fue diluyendo en el transcurso del tiempo.

ESTUVO A UN GOL DE LLEGAR AL MUNDIAL 1990

—¿Cómo fue la Eliminatoria de 1990?

— Tuvimos muchos problemas porque los clubes retaceaban el apoyo a la selección, se dieron algunos hechos paradójicos, porque no teníamos canchas para entrenar e incluso fuimos dos veces a una plaza (Villarroel) para trabajar. Los clubes no nos daban los escenarios para entrenar.

Decidimos hacer la concentración en Oruro, hicimos un buen trabajo en la parte física y táctica. Bolivia le gana a Perú y Uruguay en casa, luego ganamos en Lima, los resultados fueron idénticos de Uruguay y Bolivia, la diferencia es que les ganamos 2-1 y perdimos 2-0.

Luego eso se coronó en 1994, con la clasificación al Mundial de los EEUU.

—¿Qué pesaba más la altura o los grandes jugadores que estaban en ese momento?

— Yo creo que la altura influye, pero para que uno pueda sacar ventaja el nivel de preparación tiene que ser acorde a los demás equipos al nivel del mar. Si una selección está bien preparada obviamente va a sacar ventaja, a eso también hay que agregarle conceptos futbolísticos, no solo pasa por el rendimiento físico, también con todos los conceptos en el fútbol de ahora: la recuperación de pelota, el pressing alto, las salidas sobre la perdida de la pelota, la intensidad que uno le puede imprimir en un equipo de altura.

El ritmo del fútbol boliviano es distinto a de otros países, uno lo mira a Uruguay y el compromiso táctico que consiguió (Marcelo) Bielsa, quizás no le dio mucho volumen, pero apunta a recuperar la pelota y atacar lo antes posible. Lo que podemos reclamarle es más juego o tenencia.

Bolivia tiene que apuntar a enriquecer la etapa formativa y sobre todo la competitividad en esas categorías.

PIDE APOYO PARA VILLEGAS

— Oscar Villegas es el nuevo entrenador de la selección boliviana.  ¿Lo conoces? ¿Qué te parece?

— Lo conozco a Óscar, lo tuve como jugador de Bolívar, era un delantero rápido. A su favor es que estuvo trabajando hace varios años en la etapa formativa, creo que la Sub-17 y Sub-20, conoce y tiene la formación necesaria para apuntar a un proyecto serio.

Lo más importante es que la dirigencia acompañe el proceso de Villegas, cuatro es poco, pero lo suficiente para encarar un proceso y se lo apoye en el proyecto para que se desarrolle en la magnitud de su propósito. El problema de Bolivia es que se interrumpe con facilidad cuando los resultados no acompañen.

Ojalá que pueda cumplir todo el proceso que este bien acompañado por profesionales que lo ayuden.

— La mayoría de los entrevistados que tuvimos indicaron que jugamos a otro ritmo. Creo que hay tres factores donde lo económico no interesa: la preparación, la táctica y la mística. ¿Coincides?

— Los tres conceptos que se llevaron a cabo en 1994, hubo una buena hubo una buena preparación con el tiempo necesario y apuntó a lo mental. La preparación se hizo en España, los tres factores se aplicaron.