Somos Ayarza F.C.
Imagen: La Razón
Ricardo Bajo
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Introducción: es el último partido del Tigre antes de visitar a Peñarol en Montevideo por Copa Libertadores el próximo miércoles.
En el “Gilberto Parada” de Montero donde juega de local Real Santa Cruz hay 50 personas para ver un partido de fútbol profesional. Luego nos preguntamos hasta el cansancio porque nuestro fútbol retrocede año tras año, sin miedo, sin asco. Es una tarde fría, ventosa y con lluvia en el norte cruceño.
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Rescalvo no mueve su “nuevo” dibujo: ese 4-1-4-1 que busca solidez defensiva. El español mete cuatro cambios con respecto a la última goleada: Johan Gutiérrez ocupa el lugar del lesionado Viscarra; Aimar por Enoumba en la zaga central; Ursino por Amoroso; y Triverio por Miranda.
El equipo “albo” de Real Santa Cruz no gana hace siete fechas. Parece carne de descenso.
Nudo: un gol tempranero de los “leones blancos” al minuto uno no cambiará en demasiado un partido cómodo para el Tigre.
La primera parte es un recital de Abdiel Armando Ayarza, la triple A. Rescalvo lo pone a la izquierda del cinco Cuéllar. El otro día jugó de ocho, donde ahora está Ursino. Al panameño todo esto de los dibujos y los números, le vale un poroto.
Ayarza lleva la 28 en la espalda pero juega donde quiere: a ratos de cinco; por momentos de ocho o seis; de nueve llegando desde atrás con zancada larga y rompiendo líneas (así hará el segundo y definitivo gol); e incluso se da el lujo de armar como diez pues Ortega ha sido relegado al extremo zurdo donde no se siente a gusto.
Lo único que no tiene es gambeta y todavía no está a “full” en lo físico; por eso se cansa y desaparece en las segundas partes.
El centroamericano podría jugar, por su altura, hasta de zaguero central. Es un polifuncional en el más estricto sentido de la palabra; un verdadero refuerzo.
¿Por qué no llegan más jugadores extranjeros de este porte/aporte a nuestro alicaído fútbol boliviano?
Desenlace: la primera parte termina con la remontada del Tigre. Así acabarán los 90 minutos. El equipo de Rescalvo todavía da muchas facilidades en defensa: no sabemos quienes son los centrales titulares y el problema del lateral zurdo se ha cerrado en falso.
Chura no tiene oficio para defender aunque ha mejorado, paradójicamente, en la proyección. En la última media hora, el valenciano da minutos a Caire en el lateral derecho pues el argentino ocupará esa posición en Montevideo. Ponerle a Chura en el otro costado será un suicidio.
Post-scriptum: el Tigre llega a uno de los partidos más importantes de su historia con certezas y dudas. Rescalvo ha encontrado la idea sobre la hora pero todavía no resuelve lagunas defensivas que pueden costar caro en “El Campeón del Siglo”.