Marruecos y el Mundial 2030 como gran herramienta de la diplomacia del fútbol
Finalmente Marruecos tendrá la edición de 2030, unido a España y Portugal, una candidatura, que incluye tres partidos en Sudamérica para celebrar el centenario del tornjeo, que la FIFA deberá aprobar de manera oficial este miércoles.
Tras varios intentos fallidos, Marruecos cumplirá su sueño de organizar el Mundial de fútbol, en 2030 junto con España y Portugal, una ocasión para reforzar su ‘poder blando’ a través de la diplomacia del fútbol.
Hace 36 años el reino norteafricano fue el primer país del continente en presentar la candidatura para el gran torneo de fútbol en su edición de 1994, finalmente otorgada a Estados Unidos.
A continuación, otros cuatro intentos fallidos, entre ellos la edición de 2010, entregada a Sudáfrica, y el Mundial de 2026, ganado de nuevo por Estados Unidos, esta vez junto a México y Canadá.
Finalmente Marruecos tendrá la edición de 2030, unido a España y Portugal, una candidatura, que incluye tres partidos en Sudamérica para celebrar el centenario del tornjeo, que la FIFA deberá aprobar de manera oficial este miércoles.
El país norteafricano, con 38 millones de habitantes, tiene una tasa de crecimiento del 2,8% y un índice de desempleo del 13,6% hasta el tercer trimestre de 2024, según las cifras oficiales.
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Estadio monumental en Casablanca
«Es una oportunidad única para acelerar la dinámica de crecimiento de la economía nacional en los próximos años, crear oportunidades de empleo y permitir desarrollar el atractivo turístico del país», explicó Fouzi Lekjaa, presidente del comité del Mundial 2030, en un consejo de ministros presidido el miércoles por el rey Mohamed VI.
Entre los proyectos, «la extensión y la renovación de los aeropuertos de las seis ciudades anfitrionas» y «el desarrollo de infraestructuras hoteleras y comerciales», según un comunicado publicado tras el consejo de ministros.
El país también tiene previsto la renovación de seis estadios, en Rabat, Casablanca, Fes, Tánger, Marrakech y Agadir, además de la construcción de un recinto gigantesco, para 115.000 espectadores, en Benslimane, en las afueras de Casablanca, con un presupuesto de 453 millones de dólares (480 millones de euros).
Marruecos espera que este estadio reciba la final o en su defecto el partido inaugural de la competición.
‘Diplomacia del fútbol’
Estas infraestructuras «son una herencia para las generaciones futuras», pero el país tiene otras ambiciones, incluida la promoción de su imagen, señaló el investigador en política deportiva Moncef El Yazghi.
La idea de intentar organizar un Mundial nació tras la clasificación de los Leones del Atlas para la segunda ronda del Mundial de México 1986, un éxito sin precedentes para el fútbol africano en la época.
El sociólogo especializado en ciencias del deporte Abderrahim Bourquia cree que la mejora de los servicios e infraestructuras no será únicamente «un motor económico», también permitirá «asociar Marruecos a los valores ‘positivos’ del deporte, la calidad de vida y la confianza».
Marruecos, un país históricamente abierto especialmente hacia Europa, se ha concentrado en los últimos años en el África subsahariana, reforzando su presencia e invirtiendo en los países vecinos.
Con su regreso a la Unión Africana en 2017, que había dejado cuatro décadas atrás por diferencias relativas al Sáhara Occidental, «hemos asistido a una diplomacia del fútbol con los países del continente», subrayó El Yazghi, recordando 44 acuerdos de patrocinio con federaciones africanas estos últimos años.
Marruecos organizará la Copa de África de Naciones en 2025 y aspira a acoger el nuevo y ambicioso Mundial de Clubes en su segunda edición, en 2029. La primera se disputará en 2025 en Estados Unidos.
Contexto favorable
Marruecos considera que el Mundial 2030 llega en un contexto diplomático favorable, con varios países, entre ellos España, habiendo reconocido su soberanía en el Sáhara Occidental, territorio que controla pero que le disputa el Frente Polisario, apoyado por Argelia.
El entendimiento entre Rabat y Madrid «abrió la puerta a una reflexión sobre la organización conjunta del Mundial», explica el experto en relaciones internacionales Tajeddine El-Husseini.
También ayuda el momento de euforia deportiva. La selección alcanzó en el Mundial de Catar-2022 las semifinales, primer equipo africano y árabe en lograrlo, liderado por jugadores de gran talla como Yassine Bounou, Achraf Hakimi o Hakim Ziyech.
(10/12/2024)