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Pregúntale a tu amigo gay

Estoy divorciado hace casi dos años, tengo un hijo de 13 años y con mi exesposa quedamos como buenos amigos. Comencé a sentirme atraído por la hermana mayor de mi ex. Ella es  todo lo que soñé en una mujer. Al principio pensé que era algo pasajero, pero pasaba el tiempo y la atracción aumentaba. No dejo de pensar en ella todo el día, así que tomé valor y un día le dije que me gustaba. Al principio me dijo que no podía ser, pero ya tenemos fecha para nuestra primera cita. No sé si deba seguir adelante, aunque ella quiere mucho a mi hijo, no se lleva bien con su hermana y no quiero que haya problemas por mi culpa. Su familia siempre me trató bien, aun después de divorciarme. ¿Qué hago?

P.D. Mi ex tiene una nueva relación y ambas hermanas, aunque no se lleven bien, no son del tipo de querer hacerse daño una a la otra. Leo

Querido Leo. Algunas veces caemos en el error de no dar un paso por el temor de que, al dar 20, tropecemos. Es decir, no nos damos la oportunidad de vivir experiencias porque suponemos el final de la historia, inclusive, antes de que ésta comience.

Lo que debes hacer es hablar con tu excuñada y confesarle tus sentimientos. En el caso de que ella sienta lo mismo por ti, propónganse a avanzar paso a paso. Quién sabe si, en el proceso de conocerse, descubren que no son uno para el otro y se separan, en cuyo caso no habrá nada que contar a nadie.

Sin embargo, en el caso de que las cosas vayan bien y noten, después de unos meses, que además de gustarse y quererse son lo suficientemente compatibles para pensar en construir un hogar juntos, corresponderá hablar con los padres y la hermana, no para pedir autorización, sino para comunicarles su intención de tener una relación mucho más seria.

Es importante que comprendas que no están haciendo algo malo, pues su intención no es de lastimar u ofender a nadie, al contrario, es de construir un hogar de amor.

Ambos son personas libres y la relación de parentesco ya terminó años atrás, junto al divorcio.

Más adelante, si todo avanza bien con tu nueva novia, corresponderá también que tu exesposa y tú se sienten a hablar con tu hijo sobre las relaciones de cada uno y escuchando las dudas que muy probablemente podría tener, dada la peculiaridad de la situación.

Eso sí, ni pienses en dar un paso atrás por el qué dirán o cómo se sentirán. Primero estás tú y tu felicidad y si tus sentimientos son puros y tus intenciones son buenas, no tienes por qué perder la oportunidad de rehacer tu vida y ser feliz. Mírame a mí, soy gay y tengo a muchos que me juzgan y hasta me condenan. El costo de ser auténtico con lo que sentimos algunas veces puede ser caro, pero nunca debe ser un impedimento. La libertad y la felicidad no tienen precio, mi amigo querido, y al final, ninguno de nosotros vivimos de la opinión del resto. ¡Fuerza!

‘El costo de ser auténtico con lo que sentimos algunas veces puede ser caro, pero nunca deber ser un impedimento’.

Tu amigo

Salvador G