“Di lo mejor de mí en el Miss Mundo, que no es sólo un concurso de belleza, necesitas llegar con un proyecto social y yo lo llevé”, dice García, quien ahora se alista para otros retos. “Quiero estudiar, prepararme y conocer el mundo. Siento que haber sido parte del Miss Mundo me ha hecho ver más allá. Ahora no me molesta levantarme a las 05.30; es más, ya es costumbre: en China lo hacía así”.
Muy cómoda con su maquillaje y vestuario, la reina de belleza está más desenvuelta. Posar para una cámara ya es algo cotidiano y le sale natural. Fue preparada en Promociones Gloria un mes antes de partir a China. Si bien le cambiaron el look, ella asegura que continúa siendo aquella Mariana luchadora y perseverante.
Una nueva vida le espera en Santa Cruz, donde continuará sus estudios y trabajará como modelo. “Tengo muchos planes y propósitos para realizar”, explica.
La paceña de 23 años quiere aprovechar las oportunidades que le da la corona de Miss Bolivia Mundo. “Sé que el concurso en China me dio a conocer, pero sé también que las puertas me las tengo que abrir yo, porque nadie va a hacer algo por mí, si yo no me esfuerzo”.
La Miss también admite que en estas seis semanas fuera del país no tuvo el tiempo necesario para hacer ejercicio. “Sé que he engordado y me toca regresar al gym, a comer sano, pero no sólo por verme bien. Creo que la gente debe mentalizarse de que hay que hacerlo por salud”.
Por eso García aconseja a las más jovencitas que “no es necesario morir de hambre para ser delgada. Si lo haces, tu piel, tu cabello, toda tú se daña. Es más, creo que el desayuno es la clave: no perdono esa comida y desayuno como una reina”.