Para dar nueva vida a tus joyas de oro o plata de forma sencilla, casera y económica, toma una porción pequeña de pasta dental con un cepillo de dientes, un paño húmedo, otro seco y un poco de agua. “Coloca sobre la joya la pasta dental, frótala con los dedos y cepilla con las cerdas del cepillo de dientes con unas cuantas gotas de agua”, recomienda Flora, una de nuestras abuelas de 76 años.
Luego tomar el paño húmedo y seguir frotando hasta quitar por completo la pasta. Este procedimiento a la vez ayuda a sacar brillo. Luego debes meter esa joya bajo un chorro de agua para lavarla y finalmente secarla muy bien con otro paño suave.
Otro método efectivo es el bicarbonato de sodio, que lo compramos en las farmacias. “Disuelve en agua tibia un poco de bicarbonato y deja remojar la joya por un par de horas, luego enjuaga con bastante agua fría y seca con un paño sin dejar rastros de humedad”, describe María, una awicha de 68 años.
Detergente de ropa
Otro secreto es utilizar detergente en polvo para ropa con agua bien caliente. Sumerge las joyas y remójalas hasta que el agua quede completamente fría. Después enjuágalas y sácalas con un trapo limpio.
Efervescentes
Las pastillas que se usan para aliviar la acidez en el estómago son una buena opción. Coloca dos en un vaso con agua y sumerge tus joyas durante unos 20 minutos. Luego sólo enjuaga y seca bien.
Fantasía
No uses ninguno de estos métodos si tus joyas son de fantasía, pues sólo lograrás arruinarlas o pelarlas.
Champú
Pon un poco de champú en un vaso con agua tibia y en él sumerge las joyas que quieras limpiar. Déjalas reposar por una hora, sácalas y sécalas con una franela.