Protagonistas detrás del escenario
Modelos, maquillistas, peluqueros y vestuaristas trabajaron a toda máquina para efectivizar los cambios en cada pasarela.
Bajo la luz, todo resplandece: brillan los cabellos perfectos y los rostros se ven relajados y hermosos. La aparente calma de la belleza, sin embargo, proviene del caos organizado que bulle en los camerinos, donde un nutrido equipo de vestuaristas, maqui- llistas, peluqueros, estilistas y modelos trabajan contrarreloj para cambiar el look en cada pasarela.
En tres días de Colombiamoda, con 27 desfiles oficiales, se contó con dos pasarelas en Plaza Mayor —sin contar con la inauguración en la terraza de Edificio Inteligente EPM y el cierre en el Museo de Arte Moderno— donde cada media hora se presentó un desfile. Esos 30 minutos sirvieron para colocar los logos en los muros, habilitar las pantallas led, cambiar el color y material de las pasarelas, colocar arbustos, globos, sillas o espejos lámparas de cristal y programar el panel de luces.
El mismo tiempo se utilizó en camerinos para cambiar rápidamente los looks de modelos que en un desfile portaban cabellos batidos y rostros pálidos para aparecer en el siguiente con rostros bronceados y cabelleras brillantes. A continuación, ellos hablan de su trabajo.
Daniela Pinedo, la top colombiana
Ya llevo ocho años en la feria, para mí es una delicia. En esta versión tuve 11 pasarelas. Desfilar en Colombiamoda implica estar expuesta a que toda Latinoamérica te vea, quiere decir que estás vigente y te reconocen los diseñadores y los medios. La pasarela más exigente es la de trajes de baño y ropa interior, una tiene que tener el cuerpo tonificado, porque las luces amplifican todo: en el último, la tanga era muy chiquita (ríe).
El público es muy generoso y te conoce a través de los años. La competencia es alta, te convocan a un casting y luego te dicen si estás o no.
María Fernanda Herrera, la maquillista
Somos un equipo de más o menos 40 personas, no podemos tardar mucho. Cuando vienen de una pasarela a la otra contamos con media hora para maquillaje y peinado, el cambio tiene que ser rápido. El diseñador ya hizo un trabajo previo con la directora de arte, quien nos indica todo para que el styling sea uniforme. Treinta minutos me dan para trabajar con dos o tres modelos, aunque generalmente somos varios maquilladores trabajando con una sola. En cuanto a estilos, todo está dentro de lo normal, con excepción de los trabajos de la Colegiatura, que se vuelven un poco complejos, pero no hubo nada que no pudiéramos hacer. Ahora se estila la piel muy natural, que tenga brillo y que se vea viva, ya no se usa la piel tan mate y empolvada.
Edilson Restrepo, el estilista
Ésta es una experiencia magnífica. Estamos bien organizados para trabajar con estas mujeres hermosas, aquí hay talento. Somos de 30 a 35 personas en el equipo. Tenemos de 15 a 35 minutos para trabajar, según las instrucciones del diseñador. Lo más difícil es lidiar con algunas modelos que están cansadas y con mal genio, así que uno debe tener paciencia y regalar de todos modos una sonrisa.
Santiago Arenas Henao, el modelo juvenil
Algunos trabajos tardan más que otros. A algunos estudiantes se les ocurren ideas de maquillaje completamente distintas, lo que es chévere, porque sale algo distinto. En mi maquillaje tardaron tres horas, pues tenían que cubrirme la boca con látex y me pintaron hasta el pecho. En este año no hubo tantos desfiles para los hombres. En Colombia el modelaje masculino va mejorando, todavía falta, pero se está superando, más que todo con el prototipo físico, pues antes se estilaban más los tipos comerciales, que se siguen utilizando, pero la moda está buscando tipos más estilizados, de tipo europeo.
Ihab Kharma, el maniquí ruso
Llevo 14 años como modelo. Trabajé en Medellín, Bogotá, Los Ángeles, Miami, España y Medio Oriente. Me encanta el trabajo de estos diseñadores y es una bendición ser parte de esta producción. Me gustan todos los estilos, son ideas frescas y nuevas. El nivel del modelaje masculino aquí es muy alto y tenemos diferentes estilos. Soy ruso, me invitaron para una feria y me quedé enamorado de Colombia.