Terapia de conexión con la bolivianita
Esta gema sólo se encuentra en el país. Sus dos colores son ideales para trabajar la parte lógica de nuestra vida y conectarla con la emoción.
Los tonos violeta y miel o dorado se lucen en una piedra: la bolivianita. Con ésta —conocida también como ametrino— no sólo se crean joyas, sino que son empleadas en la terapia con cristales, para desbloquear, relajar y revitalizar el cuerpo para que se llene de energía.
“Los cristales son herramientas simbólicas y energéticas que ayudan a conectar, liberar y desbloquear los flujos, según las necesidades de cada persona”, explica Daniel Pacheco.
Esta gema, una variedad del cuarzo, se produce únicamente en Bolivia; se la extrae de la mina Anahí, en el Pantanal (Santa Cruz). En el campo terapéutico, sus colores opuestos trabajan sobre los hemisferios izquierdo y derecho del cerebro, logrando una óptima conectividad y complementación, dice el terapeuta.
“La parte violeta trabaja con el hemisferio derecho, el subconsciente, la intuición, las emociones y la energía genética; mientras que la parte dorada interviene en el hemisferio izquierdo, que es más lógico y concreto que su opuesto”, agrega Pacheco, quien la anterior semana brindó una charla sobre esta piedra. “La bolivianita conecta las emociones con el cuerpo físico, ayudando a procesar situaciones emocionales”.
El ametrino es un cristal introspectivo que ayuda a analizar las situaciones desde varios puntos de vista. La sesión dura tres horas en que se conectan los polos opuestos de una persona. Se colocan las piedras en torno al paciente recostado, unas cerca de su cabeza y otras alrededor de sus pies. “Antes debemos conocer algunas particularidades físicas y emocionales del individuo para luego formar un centro de energía y conectarnos con su espacio exterior. De esta forma podemos estimular y liberar los problemas de su subconsciente”, asegura.
Extraída del pantanal
La bolivianita se explota en la mina Anahí, ubicada en la zona del Pantanal boliviano, provincia Germán Busch, al este del departamento de Santa Cruz, a 200 km de la ciudad de Puerto Suárez. Los joyeros y artesanos la utilizan en sus trabajos.
Fusión de piedras
Esta piedra semipreciosa es la fusión natural del citrino y la amatista. Sus colores van desde amarillos tenues hasta los lilas y profundos violetas. Ayuda a vencer las dificultades internas y externas, como una puerta para evolucionar en la luz.
Una sola terapia
Basta una sola sesión —tres horas— para sentir los efectos de liberación y conectividad. El costo es de Bs 250 y es recomendable para personas mayores de 16 años. También se trabaja con niños, pero el tiempo de la terapia es menor.
Fuente: Daniel Pacheco (75280999) Terapeuta