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Seth Rogen, será él mismo ante el fin del mundo

El actor y guionista logró su primer lauro a los 16 años. A los 31, comienza su carrera como director de comedias con ‘Juerga hasta el fin’.

/ 7 de noviembre de 2013 / 04:00

Sencillo en su forma de vestir y polémico por admitir que usa marihuana ante la prensa, el cabecilla de la actual generación frat pack —el grupo de actores de comedia que actuó en las películas más taquilleras de fines de los 90 y la primera década del siglo XXI—, es el canadiense Seth Rogen, que presenta su nueva cinta,  Juerga hasta el fin (The end of the world), la que dirige junto a su gran amigo Evan Goldberg, en su primera aproximación a la dirección.

Guionista, actor, productor y ahora director… Rogen ha llegado muy lejos a sus 31 años. Al parecer, el hombre afable, de rostro redondeado y cabello ensortijado, tenía bien definido el camino que iba a tomar desde joven. A los 13 años, cuenta el portal Movieyahoo!, se inscribió en la escuela de comediantes en su natal Vancouver y con 16 logró su primer lauro: el segundo puesto en el Vancouver Amateur Comedy Contest.

Tras participar en un par de castings para la serie Jóvenes y rebeldes (1999-2000), consiguió el papel del freak Ken Miller. Con su actuación llamó la atención del coproductor Judd Apatow, que declaró en el portal bullz-eye.com que quedó muy impresionado con la habilidad de Seth para la improvisación.
Nuevamente fue contratado por Apatow para hacer un papel secundario en su segunda serie Undeclared, pero sobre todo hizo de guionista, escribiendo varios capítulos para la serie junto a su compañero Evan Goldberg,  con el que fueron nominados al Emmy 2005 a Mejor Guión por su trabajo en el programa Da Ali G Show.

El camino a la fama

A partir de entonces, el ahora director Judd Apatow lo apadrinó, contando con él para sus siguientes trabajos, pero esta vez en el mundo del celuloide: Primero fue un pequeño papel en su primera película, Virgen a los 40. Esta oportunidad fue vital para Rogen, como dijo en una entrevista a bullz-eye.com:

“No puedo decir suficientes cosas buenas sobre él. Él es la razón por la que no soy un drogadicto sin hogar en estos momentos… probablemente”.

Luego de esta pequeña participación consiguió su primer rol protagónico en la película Knocked Up, ejerciendo además como coproductor. Rogen fue nominado por este rol a mejor actor en la Canadian Comedy Award 2008, pero Michael Cera se llevó el galardón por su papel en Superbad, película escrita por el mismo Rogen. Eso sí, la cinta le valió el premio al Mejor Guión.

Según chuc.com, la comedia de los chicos que deben traer el alcohol a la fiesta, es una suerte de biografía. Incluso los productores buscaron una versión más joven de él para el papel protagónico, eligiendo a Jonah Hill dos años más joven. Para entonces Seth tenía 26 años y era difícil encontrar a alguien con menos edad que lo caracterizara.

La siguiente película que escribió y protagonizó fue Piña express, una combinación de comedia y acción en la que también actúa su antiguo compañero de reparto en Jóvenes y rebeldes, James Franco.

Rogen aportó también al cine independiente produciendo la comedia dramática 50/50 (Fifty-fifty), protagonizada por Joseph Gordon-Levitt y en la que también actúa el canadiense como el amigo incondicional. Peter Revers comenta en la revista Rolling Stone: “Gordon-Levitt y Seth Rogen son un equipo de ensueño, incluso cuando el sueño se convierte en una pesadilla”.

La polémica

El éxito también ha traído sus dosis de polémica. Por ejemplo, Seth ha declarado abiertamente su gusto por fumar marihuana y es un ferviente activista a favor de su libre consumo. Incluso fue nombrado Stoner (que fuma mucha marihuana) del año en dos ocasiones por la revista High Times. En esa oportunidad bromeó al respecto, comentando que era el premio que siempre había deseado ganar.

Durante la entrega de premios de los MTV Movie Awards de 2008, mientras fungía de presentador junto a su colega James Franco, pretendieron hacer que fumaban marihuana antes de entregar el trofeo para la categoría de mejor película del verano. Mientras ellos sacaban la supuesta droga, las cámaras se retiraron, mostrando un ángulo abierto y se quedaron en esa posición hasta que Rogen y Franco dejaron el escenario. Más tarde se supo que MTV había preparado la broma, pero que alguien de la cadena televisiva decidió a último minuto que no podían hacerla… Sin embargo, fue muy tarde.

En una entrevista a Contactmusic, Seth declaró: “No entiendo por qué la gente está fascinada conmigo. Hay muy pocas personas que son famosas y que, abiertamente, hablan de hacer algo que es técnicamente ilegal”.

El fin del mundo

Sobre Juerga hasta el fin, Seth comentó al portal Hoycinema: “Siempre nos han gustado las películas sobre el fin del mundo y ésta era la primera vez que teníamos la oportunidad de hacer una gran película con locuras y cosas surrealistas”.

Lo primero que hicieron fue “pedir permiso” a James Franco para rodar la cinta en su casa y solicitarle que fuera uno de los protagonistas. Con el permiso en mano procedieron a convocar al resto de los actores, todos amigos y compañeros de aventuras, entre ellos Jonah Hill, Jay Baruchel, Danny McBride y Craig Robinson. El propio Seth Rogen tomaría uno de los lugares en la historia.

Además de tratarse claramente de un filme de corte apocalíptico, la particularidad es que en él cada actor desempeña el papel de sí mismo. “Cuando vemos películas apocalípticas, siempre hacemos la gracia sobre cómo reaccionaríamos nosotros en esas situaciones, y si mis amigos se tuvieran que enfrentar a uno de esos desastres masivos, ¿qué pasaría?, ¿quién ayudaría a quién?, ¿quién sería bueno?, ¿quién sería malo?, ¿quién compartiría la comida o quién la robaría?”, reveló el flamante director al portal hoycinema.com.

Por este motivo, el guión no pudo escribirse hasta el momento en que se confirmó la participación de todos los convocados. Por suerte,  aceptaron y hasta la cantante Rihanna está en la cinta con un cameo. Seth comentó acerca del guión: “Era algo original. Nunca habíamos visto una película en la que hubieran hecho eso antes y nos parecía muy emocionante”.

De esta manera, después de varios años de escribir y producir series y películas juntos, Seth Rogen y Evan Goldberg decidieron compartir la silla de director en su debut detrás de las cámaras.
Al final, ¿rodar con los amigos fue buena o mala idea? Consultado por el portal metropoli.com, Seth respondió: “¡Es una locura! A todos nos gustó mucho

eso de sacar la versión más retorcida de nosotros mismos, en la que pudiéramos mostrar lo idiotas que podemos llegar a ser. Y que, encima, el espectador se la pasara en grande”.

Con datos de: movieyahoo, bull-eye.com, chuc.com, Rolling Stone, contactmusic.com, the420times.com, hoycinema.com y metropoli.com

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Macedo Cuéllar dan vida al papel y a la fotografía

Los artistas proponen una muestra en la que el reciclaje se convierte en arte gracias a la imaginación y la creatividad

/ 3 de mayo de 2015 / 04:00

Como una virgen camino al altar surge del suelo la obra La Pachamama, de la artista Marión Macedo quien, junto al fotógrafo Fernando Cuéllar, propone un renacer de la vida con la exposición Revive el papel… revive la fotografía, que se puede contemplar en el Espacio Simón I. Patiño hasta el 21 de mayo. Las esculturas, calados y fotografías de la muestra tienen como base los fundamentos del proyecto Moda en Papel, con el que —desde 2005— ambos artistas se centran en el papel reciclado, que se convierte en la materia prima de cada una de las creaciones. “Le hemos dado ese título a la exposición porque creo que nuestra obra muestra que estamos reviviendo distintos elementos”, precisa Macedo.

En sus comienzos, Moda en Papel se dedicaba a diseñar vestidos de papel y a organizar desfiles. Ahora, Macedo y Cuéllar dan un paso adelante: incursionan más en lo artístico y evolucionan tanto en el manejo de las técnicas de la realización de esculturas como en la creación de obras de arte, usando una cámara fotográfica como herramienta. Con esta exposición, ambos creadores avanzan un poco más en esa línea: hacer que el público aprecie a la fotografía artística como una obra, que comprenda que este tipo de trabajo puede ser tan importante e impactante como una pintura.

La experiencia de producir esculturas de figuras humanas llevó a Macedo a la conclusión de que “a partir de elementos tan simples como un maniquí y el papel se puede desarrollar una obra que cobre vida o, dicho de otro modo, se puede crear un objeto al cual dar vida”. Y hacia esto evolucionó la artista, como queda reflejado tanto en las esculturas con volumen como en las fotografías que se contemplan en la exhibición.

En toda la obra los calados dialogan con las esculturas, al tratarse en ambos casos de composiciones elaboradas con papel. Pero la técnica empleada para su creación fue distinta, y en el caso de los calados la artista recurrió a libros que ya nadie leía, que quedaron arrinconados, a textos escritos en alemán que alguien decidió desechar para siempre. Tras pasar por las manos y la mente de Macedo se transformaron en aves, lámparas y figuras abstractas. Los calados no tienen ninguna relación con las historias que contenían las publicaciones utilizadas como materia prima: sus formas ya solo responden a la imaginación de ella.

Al recorrer la sala de exhibiciones, el espectador se topa con bustos que cuelgan de las paredes, unas piezas que, al ser apreciadas en detalle, dan la sensación de haber sido realizadas con una suerte de efecto en tercera dimensión. En realidad son moldes tomados de los maniquíes, que luego se convirtieron en el foco de las fotografías. “Por un lado están estas imágenes y, por otro, los bustos que nos dan la forma, el volumen; es una técnica de moldeado en papel que recupera el volumen del cuerpo, es lo que complementa y compensa a la fotografía”, afirma Macedo.

Macedo reconoce no estar segura de que Cuéllar y ella sean pioneros en el manejo de esculturas en papel, pero no tiene dudas de que sí son innovadores en arte del calado de libros, técnica que aplica con destreza y que le da al objeto “un sentido que no es el convencional”, totalmente ajeno al que tradicionalmente ha tenido.

En cuanto a la parte fotográfica, trabajaron las piezas con los maniquíes en diferentes facetas, logrando imágenes contemporáneas y novedosas. “Queremos entrar en una fase de divergencia con relación al elemento que se trabaja, al impacto visual, al concepto fotográfico, a lo decorativo”, refiere Cuéllar. El fotógrafo explica que se convirtió en un reto conseguir que las fotografías de los moldes pudieran reflejar un estado de ánimo, que causen a quien las ve una sensación visual agradable.

Con ese fin, Cuéllar se apoyó en la medición del volumen y de la profundidad y en el manejo de la luz. Utilizó claroscuros y recurrió a efectos mediante Photoshop, el programa informático de edición de fotografías. Con esta herramienta logró darles una textura y un color que las convierten en piezas visualmente mucho más armónicas.

En el trabajo final cada rostro muestra un estado de ánimo diferente y el artista bautizó a cada una de sus obras con términos griegos “de un significado sublime”. Aglaia, Alysa y Aretha, Adara y Adonia son algunos de las denominaciones para describir la alegría, la belleza. Efectivamente, en muchos casos, las piezas recuerdan bastante a las obras maestras clásicas.

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