Yarita Lizeth – tras los corazones bolivianos
La polémica por su video en el teleférico la hizo más popular de lo que ya era en el país
Para cuando la empresa Mi Teleférico le pidió a la cantante peruana Yarita Lizeth que se disculpe públicamente por grabar el video musical de la canción Aliada con el licor en sus instalaciones sin contar con el permiso respectivo, la intérprete ya era muy famosa en las fiestas de las fraternidades.
“Con todo el respeto que se merecen, yo les pido mil disculpas. Es mi error, lo reconozco”, declaró la artista que en el polémico audiovisual agradece varias veces a Bolivia.
La chinita del amor entró en el mundo de la música a los 17 años, tras ganar un concurso de talentos interpretando una canción del Grupo Femenino Bolivia.
Atribuye su éxito al sentimiento que le pone a la interpretación de sus canciones, porque cuando empezaba en el campo musical falleció su madre.
La encontramos de salida de un programa de Tv rumbo a El Alto y para poder hablar con ella, la acompañamos en su vehículo. “De lo único que me arrepiento es de haberme enamorado”, confiesa Yarita Lizeth Yanarico Quispe. “Nací en mi querida Juliaca, la ciudad de los vientos, el 28 de noviembre de 1989. Mi papá es Jorge Yanarico y mi mamá Rogelia Quispe. Soy la séptima hermana de Rubina, Samuel, Richard, Wiliams, Jorge Luis y Mayumi”.
Un lunar en su nariz, así como su mirada dulce, llaman la atención. Y cuando habla, lo hace suavemente, poniéndose la mano al pecho y cerrando los ojos cuando se refiere cariñosamente a Bolivia.
“Me criaron mis abuelos en Moho (al noreste del lago Titicaca), el pueblo de mis papás, en medio de las llamas y las ovejas. Ellos me enseñaron a trabajar la tierra”, relata.
Cuando volvió a Juliaca, a sus 13 años, se dedicó a vender ropa y comida. “Ganaba 800 soles (Bs 338, al cambio actual) al mes. Ahorré cada centavo que ganaba. Mi objetivo era ahorrar para grabar mi primer disco, Vasito de licor”, cuenta la intérprete de huayños sureños del Perú.
Las dos Yaritas
Entre los asistentes al concurso donde Yarita ganó, cuando ella aún estaba en colegio, se encontraba la directora de una empresa musical, quien le propuso integrar su orquesta. Desde entonces —dice— canta con el corazón a su público.
“Lo que más me duele en el alma es haber perdido a mi mamá, ella murió el 2007. El año pasado perdí a mi hermanita menor, Mayumi. Me pregunto, ¿por qué me pasan estas cosas?… me duele mucho el corazón”, expresa con una voz apagada.
“Otro momento feo de mi vida fue cuando terminó mi contrato con el señor Salazar (Alza Producciones), para independizarme, pero él no quiso que me fuera. Cuando lo hice, se enojó y contrató a otra muchacha que se parece mucho a mí, la vistió igual que a mí, le compró muchas cosas… pero lo que nunca pudo comprarle fue la voz. Yo le deseo lo mejor a la jovencita”, comenta. Por eso, ahora recalca que su representante es Tobías Apaza, quien además escribe sus canciones.
Amigo, Tú tienes tu dueña y Te sacaré de mi corazón son algunos de los temas musicales que le han dado satisfacciones y con los que ha logrado llenar coliseos y estadios en Perú, Bolivia, Argentina y Chile, donde ha cautivado al público.
La polémica del video en que sale en imágenes románticas en el teleférico le ha causado mucha pena y asegura que tendrá más cuidado en elegir locaciones.
Lo que más lamentó es que el incidente haya despertado el lado más negativo de algunos bolivianos. “Ahora quiero decir a mi querida Bolivia, a mi gente, a la que nunca me dejó, gracias a todos por seguir conmigo”, manifiesta.
“Lo que más me gusta es cocinar, me sale exquisito el cebiche. Me gusta comer wallaque (tradicional del sector del lago Titicaca), una sopa que se hace con karachi. También me gustan los hombres que se llevan bien con su mamá”, sonríe antes de despedirse. “Todo es posible con perseverancia y pasión”, se apura en señalar. Es que ya es hora de subir nuevamente al escenario.