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Copas, reglas de cristal

Como en todo, la moda también se impone en los decantadores y las copas.

/ 31 de marzo de 2016 / 16:00

Saber elegir las copas es casi tan importante como seleccionar bien el vino, la cosecha y la cepa, pues la forma, tamaño y material del que están hechas influyen en la degustación del jugo de la vid.

Guilherme Mantovani, representante internacional de Riedel, una de las marcas más importantes y tradicionales del mundo, por sus 270 años en la fabricación de cristalería, llegó a Bolivia para compartir sus conocimientos al respecto. Junto a él, el sommelier Darren Armstrong, de Gustu, también da algunos consejos para la elección y cuidados del menaje.

Como en todo, la moda también se impone en los decantadores y las copas. Mantovani dice que para esta temporada, éstas no tienen tallo, “lo que obliga a agarrarlas por la boca”. Pero si eres un amante del arte del vino y de lo convencional considera usar las clásicas, con tallo o pierna.
Sobre el material, deben ser de vidrio o cristal, este último es más fino y totalmente transparente mientras que el primero tiene visos verdosos.

De todas maneras, ambos no transmiten olores ni sabores, son frágiles y permiten, por su transparencia, ver el color y espesor del líquido, aunque también los defectos en caso de un mal lavado.

Por eso, “no debes dejarlas de una noche a otra con restos de vino, porque éste se adhiere”, advierte Mantovani, quien recomienda remojarlas con un poco de agua hasta el momento de lavarlas con agua caliente y un algo de detergente, “agarrándola desde el tallo sin hacer fuerza en el diámetro de la boca, porque es la parte más delicada y puede quebrarse”.

También debes saber que una copa gruesa mantiene el calor del líquido, en cambio una delgada permite mantenerlo frío, aclara el sommelier o experto en vinos.

¿Frío? Sí. El vino blanco se bebe frío, a una temperatura entre 8 y 12 grados centígrados. Y el tinto, en contados casos, también. “No está prohibido enfriar un tinto en un día de calor y para acompañar una carne a la parrilla”, recomienda Armstrong, pues “las bajas temperaturas ayudan a disminuir la acidez normal que existe en los vinos blancos y en algunos tintos”.

La moda igual marca una copa muy, muy delgada, “como si el vino estuviera en la misma mano”, dice el especialista en vajillas de coctelería. De ahí su extrema delicadeza. Por eso, a la hora de hacer un brindis, “se las debe agarrar del tallo e inclinarlas un poco para que toquen las bases del cáliz, que es la parte más resistente y no así el área de la boca que puede romperse”.

Por otra parte, dada la variedad que el mercado ofrece, la pregunta es cuál es el mejor tamaño para una de vino. “Las grandes”. Y no solo porque se ven lindas y modernas, sino porque fungen de decantadores. “Las grandes permiten que el vino se oxigene para que las virtudes, como los aromas y sabores, se potencien”, manifiesta el especialista.

Ahora sí, es momento de levantarlas y decir salud.

Fuentes: Guilherme Mantovani, de la empresa de copas Riedel y Darren Armstrong, del restaurante Gustu AC

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Daisy Wende, 60 años de moda y cultura boliviana

Daisy Urquiola de Wende nació el 30 de agosto de 1929 en Quime, Inquisivi (La Paz, Bolivia). Cursó estudios superiores en Estados Unidos (EEUU). Como diseñadora de moda organizó desfiles en Europa y EEUU. En 1964 fundó Artesanías Titicaca. Fue dirigente de instituciones empresariales de Bolivia e internacionales. Recibió el Cóndor de los Andes en 2005.

/ 1 de octubre de 2018 / 04:00

El sonido de la máquina de coser ya no se escucha en la sala de paredes revestidas de recortes de revistas y periódicos enmarcados, pero una serie de premios y reconocimientos narran en silencio la larga trayectoria de la pionera de la moda cultural en Bolivia: la afamada Daisy Wende. Los años han pasado y ya no diseña; su último desfile fue en 2005, cuando presentó la colección Cholita Nueva, en el campo ferial de Següencoma, sellando décadas de una pasión: generar moda cultural y de identidad andina de y desde Bolivia.

En las vitrinas de su atelier, en el tradicional barrio paceño de Sopocachi, destellan algunas de esas piezas, como un mítico traje de novia de chola paceña diseñado décadas atrás y otras propuestas cargadas de bordados y lentejuelas que se conservan intactas en forma, color y textura. No hay duda, la calidad ha sobrevivido al paso de más de cinco décadas e incontables viajes por el mundo, pues esas prendas se desfilaron en las más importantes capitales de la moda, desbordando la riqueza y belleza de la cultura andina, en prendas clásicas o trajes de gala inspirados en el folklore boliviano.

Rodeada de recuerdos y llena de logros, Wende se sienta en un antiguo sofá. Es elegante, cálida, amable y sonriente. Pronto propone un café entre amigas para hablar de su carrera y del impulso que le dio al diseño boliviano, siempre con aires de identidad y con la etiqueta “Hecho en Bolivia”.

mía— ¿Recuerda su primer desfile?

Wende— Fue en 1958, en el hotel Copacabana de El Prado de La Paz, junto a Nilda Núñez del Prado, quien presentó sus joyas adornando mis diseños.

mía— Desde entonces, ¿qué mostró con sus prendas?

Wende— La esencia de una cultura única.

mía— Usted llevó el poncho ancestral a las pasarelas internacionales más importantes, lo estilizó y fue un éxito en los años 60… ¿Qué vio en esa pieza?

Wende— Vi algo práctico en el típico poncho usado por los hombres, una prenda rectangular hecha en telar. Entonces pensé en crear un poncho para la mujer, uno tejido a mano en lana de alpaca en forma triangular, introduciendo los diseños característicos de los “lluchus” que también usaban los hombres en el campo. Viendo el éxito que tuvo esta prenda es que la llevé a pasarelas internacionales, diseñándola además en diferentes largos como ser midi y maxi. Este poncho también lo puse en catálogos, por lo cual tuve importantes pedidos para exportación. El poncho dio trabajo a muchísimas familias de tejedores, en los departamentos de La Paz, Cochabamba y Oruro.

mía— Hay algo que sienta que le falta hacer…

Wende— Sí. Creo que me queda agradecer infinitamente a todas las personas que me acompañaron en el camino hasta el día de hoy; tejedoras y tejedores, costureros, artesanas y artesanos, bordadoras y bordadores, músicos, bailarines, modelos y tantos bolivianos y algunos extranjeros, a las autoridades y a la prensa, que sin ella no se hubiera difundido todo mi trabajo.

mía— ¿Cuál fue su meta desde 1950 hasta hoy?

Wende— La de buscar en nuestras propias raíces las fuentes de inspiración y la creación de mano de obra en todos nuestros parajes, para incrementar los ingresos, el progreso y el orgullo de las familias bolivianas.

mía— ¿Cuál es el premio que más atesora?

Wende— Haber logrado el sentimiento de orgullo por lo nuestro.

mía— Actualmente, otros diseñadores siguen su estilo, ¿qué opina?

Wende— Me alegra mucho el apego a lo nuestro, ya sea con aires andinos u orientales. En mis diseños también me inspiré en elementos culturales de muchas regiones del país.

mía— Cuando mira sus creaciones, ¿qué siente?

Wende— Cada pieza de mi colección que he podido mantener es única, es un verdadero tesoro que me enorgullece mantener intacto.

mía— En su carrera no solo aportó a la moda, sino que impulsó a la producción de fibra de alpaca, llama y vicuña…

Wende— Con la ayuda de mi esposo (Ernesto Wende) paulatinamente fui visitando y organizando grupos familiares en la producción de tejidos, especialmente en las cercanías del lago Titicaca, en Oruro, Cochabamba, Potosí y El Alto, como también en la ciudad de La Paz; estas familias trabajaban de forma independiente y me vendían su producción. Esto les permitía organizar sus propios volúmenes de producción sin tener que alejarse de sus hogares. Asistí a muchas ferias internacionales, lo cual fue incrementando los pedidos y por tanto también la producción de tejidos. La moda para desfiles o venta fue realizada en talleres propios con la ayuda de costureros, bordadores, peleteros y artesanos, a quienes dirigía personalmente.

mía— ¿Cómo describe a una mujer elegante?

Wende— Una mujer elegante es para mí quien mantiene sencillez, sin exageraciones en ningún aspecto, ya sea en vestimenta, peinado, maquillaje o accesorios.

mía— Y ¿en personalidad?

Wende— La actitud y la educación con la que se desenvuelve una mujer es muy importante, porque se unen vestimenta con elegancia y distinción.

mía— En mayo de este año se presentó un libro sobre usted…

Wende— Sí, es el libro de mi historia: El Universo Daisy Wende (editado por la Universidad Católica Boliviana) y se constituye para mí en un valioso y verdadero premio. Por ello, mi profundo agradecimiento a Cecilia Mariaca y su equipo, además del fotógrafo Patricio Crooker, el periodista Alex Ayala, a Liliana Castellanos y Marcelo Antezana.

Fotos: Pedro Laguna

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Marrón en tu Estilo Magnético

La magnetita es una piedra imán que “ayuda a balancear el campo electromagnético del cuerpo, generando una sensación de fortaleza y estabilidad, potenciando no solo la salud física sino equilibrando la mente con las emociones”.

/ 10 de septiembre de 2018 / 14:39

Atraer la buena suerte, el amor, el dinero y hasta la salud parecía algo mágico. Sin embargo, con técnicas como la gemoterapia y la cromoterapia se puede generar una vibración similar a esas y otras cualidades, a través de piedras, imanes y colores.

De ahí que en esas técnicas se aplican las virtudes que evocan a elementos naturales como la magnetita, una piedra imán que “ayuda a balancear el campo electromagnético del cuerpo, generando una sensación de fortaleza y estabilidad, potenciando no solo la salud física sino equilibrando la mente con las emociones”, explica el especialista en terapia con cristales Daniel Pacheco.

Por estas cualidades, la magnetita ha sido la elegida para conformar el accesorio de Estilo Magnético, que además de ser versátil en su uso, cuenta con piedras de diferentes colores como el marrón. Este color, en sus diferentes tonalidades, evoca a la Madre Tierra y en quien lo lleva refuerza la sensación de estabilidad y seguridad en diversos ámbitos.

Modelo: Dhayanna Rodrigues, de VC Fashion School

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De punta en blanco hacia el altar

Los palazos y enterizos han tomado protagonismo en las celebraciones de boda, lo mismo que los pantalones acompañados de corsés, sean éstos para las segundas nupcias o para la ceremonia civil.

/ 3 de septiembre de 2018 / 04:00

Para todo gusto y estilo, la propuesta de las casas de moda y diseñadores bolivianos es amplia. Los modelos van desde los clásicos vestidos largos y vaporosos hasta los cortes sirena con escotes.

No es todo, los palazos y enterizos han tomado protagonismo en las celebraciones de boda, lo mismo que los pantalones acompañados de corsés, sean éstos para las segundas nupcias o para la ceremonia civil.

Lo importante, además del tipo de ceremonia para la elección del traje, es ver si el modelo es sentador. No en vano dicen: “que la moda no incomode”. Y claro, un vestido no solo debe ser lindo sino quedarle perfecto a la novia, potenciando sus dotes físicos y disimulando los que no lo son, recomienda la asesora de imagen Alurah. “En función del cuerpo de cada mujer, hay determinados tipos de corte que le sentarán mejor que otros”, dice. Estos modelos los puedes encontrar en este Especial de novias, pues mía te muestra, según tu tipo de cuerpo, los modelos que te quedarán perfectos para ese gran día o para la inolvidable noche.

Otro detalle importante que consideran los entendidos en moda, en especial en moda nupcial —además de la estructura corporal—, es el estilo de la novia y el tipo de celebración. Por ejemplo, si ella y su fiesta son tipo boho, lo mejor es que el vestido tenga también aires hippies.

En cambio, si es una mujer clásica, entonces los trajes elegantes y nada recargados son una buena opción, y para ello el género que mejor refleja ese espíritu conservador es el encaje. Pero si ella es puro romance, los modelos amplios con tules y gasas evocarán esa dulzura.

Lo realmente relevante es que esa novia se vea radiante y se sienta única.

FOTOS: Pedro Laguna, Miguel Carrasco, Alejandra Rocabado.

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Detalles de la pedida de mano

Hoy, las cosas han cambiado. El novio le pide matrimonio a su novia dándole el anillo de compromiso de una forma romántica y original. Una vez que tiene el “sí, acepto”, los novios organizan la pedida de mano protocolar con los familiares de ambos.

/ 3 de septiembre de 2018 / 04:00

Tú y tu amor decidieron casarse. Hubo la propuesta de matrimonio y la entrega del anillo. Pero ahora toca hacer oficial el compromiso y ese paso protocolar es la denominada pedida de mano, que tiene reglas de formalidad, aunque esto depende de cada pareja.

Hace años, la petición de mano se caracterizaba por ser el momento en que el novio solicitaba permiso a la familia de su novia para casarse con ella. En muchos casos, era la ocasión para que él le entregue el anillo de compromiso, siempre frente a todos los familiares, quienes acompañaban a la pareja con un brindis, para luego comenzar la organización de la boda.

Hoy, las cosas han cambiado. El novio le pide matrimonio a su novia dándole el anillo de compromiso de una forma romántica y original. Una vez que tiene el “sí, acepto”, los novios organizan la pedida de mano protocolar con los familiares de ambos.

Esta costumbre está profundamente arraigada en la sociedad boliviana y tiene un gran significado para los novios y sus familias, ya que desde ese día tendrán un fuerte lazo en el que ambos están asumiendo un compromiso; con o sin anillo, haya o no boda, ambos están presentando su amor y su decisión de unión a los familiares, haciendo oficial su intención de convivencia y público el enlace. Sin duda, esta reunión es importante para que los papás y familiares de ambas partes se conozcan y compartan.

Aquí van siete tips para que la pedida de mano sea inolvidable.

Sobre el protocolo


¿Dónde? Lo ideal es que la reunión sea en casa de la familia de la novia; pero en caso de que el lugar sea pequeño, puede hacerse en un restaurante o en un salón.

¿A quiénes se invita? A la familia directa de ambos (padres y hermanos solteros, por regla general). También los casados y los abuelos, si se desea.

¿Qué servir? Lo recomendable es una cena, con aperitivos y bocadillos antes del plato principal, y champán para el brindis.

¿Cómo vestir? Al ser una ocasión formal, los hombres deben de ir de traje oscuro y las mujeres de vestido de cocktail o traje sastre. Si es una reunión informal, entonces la ropa debe ser en esa línea.

Orden. Se estila que antes de cenar, el padre del novio se dirija al padre de la novia y luego el novio, para pedir su consentimiento con la unión.

Discurso. No se necesita un texto escrito, basta la sinceridad y las palabras emotivas.

Fotos. Esta reunión es propicia para una sesión de fotos con la pareja y sus familias.

Con datos de: bodas.com.mx, elblogdeunanovia.com

Fotos: Internet.

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Salones para los enamorados

“No solo se trata de decorar sino de ambientar el lugar, sea un jardín o un salón”.

/ 3 de septiembre de 2018 / 04:00

Cada año la moda trae una tendencia y para 2018 y 2019 el color lila se impone en las bodas. Es un tono sobrio que permite diferentes estilos de decoración, desde los más elegantes hasta los campestres, todo depende de los elementos que se utilicen. “No solo se trata de decorar sino de ambientar el lugar, sea un jardín o un salón”, dice Mauricio Poma, especialista en arte floral, quien además de los arreglos de flores insiste en otros detalles.

Por ejemplo, la iluminación, venga de luces artificiales, de velas o de una fuente natural, debe ser una aliada a la hora de crear sensaciones. En ese afán, el violeta permite jugar con la luz y con los detalles para lograr que el lugar se vea de ensueño.

Un estilo que desde 2017 está haciendo furor es el Vintage (cosecha) en el que se aprovechan objetos o accesorios con cierta edad, que no son antigüedades, y que, como los buenos vinos, han mejorado o se han revalorizado con el tiempo. De ahí que se usan botellas, floreros, portarretratos y otros elementos.

Y sin duda, lo moderno sigue vigente, siempre con líneas rectas y en mobiliario con vidrio y metal.

Lounge: Antes de la ceremonia, los invitados pueden compartir en esta área, que consta de sillones y mesas bajas. El toque va en los cojines lilas.

Cristalería: Las copas, en especial las de los novios, pueden llevar telas y cintas en morado, acompañando el color que uniforma el arreglo de la sala.

Detalles: Algunas mesas de apoyo, como las de los dulces, pueden ir decoradas con botellas y frascos, además de llevar flores lilas.

Moda: Ahora se estila que la novia lleve algún accesorio de color. En este caso los zapatos violetas, que pueden hacer juego con su bouquet.

Arreglos: Damas y pajes, y también los arreglos de las mesas, pueden llevar flores de diferentes tipos y en varias gamas lilas. Se aconseja que sean naturales.

Torta: La famosa torta de matrimonio es parte importante del festejo. Y una de varios pisos y con diferentes diseños que se armonizan en un color base como el violeta, es una opción novedosa.

Fotos: INTERNET Y ARCHIVO

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