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Disfruta sin arrepentimientos

La cuenta regresiva para que culmine 2017 inició. Los preparativos para las fiestas ya son un afán para el disfrute de una buena noche vieja. Pero, muchas veces, la llegada de fin de año no solo implica celebraciones, regalos, sueños y buenos augurios, sino también conflictos y desacuerdos.

“El cierre del año suele remover sentimientos y ausencias, conflictos del pasado y traer a la luz susceptibilidades”, comenta Elizabeth Ordóñez, psicóloga y terapeuta de parejas. Ya sea por malos entendidos que provocan molestia, las fiestas en general y más las de noche vieja, pueden destapar problemas acumulados durante el año. La terapeuta de parejas afirma que lo más frecuente en estas épocas son los conflictos por viejas heridas emocionales y  desacuerdos.

“Al momento de elegir la actividad, puede que uno no quiera hacer o ir al mismo lugar que el otro. Ahí comienza la disconformidad y la primera causa para tener una riña”, comenta la sexóloga Anahí Navarro. Añade también que puede haber una lucha de poder, puesto que un miembro de la relación propone una actividad y el otro debe ceder.

Otra causa mencionada para empezar con mal pie el nuevo año es la acumulación de tensiones, recuerda la sexóloga. “Muchas veces las parejas guardan problemas, disgustos o desacuerdos, que en estas vísperas explotan por el estrés”.

Ambas especialistas coinciden en que es recomendable sanar esas heridas, consensuar y con buena actitud quedarse en casa o salir a recibir 2018. Eso sí, es importante no abusar de las bebidas, pues muchas veces el consumo de alcohol desemboca en peleas, que incluso llegan a ser violentas. La idea es empezar el año con buenas vibras.

Acuerdo mutuo: Dialoga con tu pareja respecto a las actividades disponibles que hay para el festejo de noche vieja. Quedar en un acuerdo mutuo evitará rencores.

Aclara tus molestias: La vida no es color rosa y pequeñas discusiones y malos entendidos surgen durante el año, es momento de aclararlos y solucionarlos.

Comunicación: Habla con claridad. Por ejemplo, planean un festejo solo de dos, pero hay veces que los amigos se acoplan a la fiesta. Comunica a tu pareja que no estarán solos si es el caso.

Planifica tu tiempo: Llegado el 31 de diciembre, todos se ponen en apuros para arreglarse y tener la vestimenta apropiada. Planifica todos esos detalles.

Indiscreciones: Muchos conflictos se dan cuando un miembro de la pareja comete una indiscreción, como echarle el ojo a otra persona. No conviertas una noche de felicidad en un momento incómodo.

Sé alegre y positiva/o: Hay malos ratos que surgen cuando uno no quiso bailar o se quedó en la mesa. Anda con una actitud coherente a la ocasión y disfruta de la fiesta.

Los celos: Otro motivo por el cual nacen riñas y discusiones es por los celos. Si ves a tu pareja hablando con otra persona no pienses lo peor, puede ser una amistad.

Fiesta sin excesos: El abuso del alcohol es la principal causa de problemas en las fiestas de Año Nuevo. Consume con responsabilidad y evita discusiones que podrían terminar en hechos lamentables.

Calma: Evita discusiones con terceros, pues pueden desencadenar en riñas violentas que afectan tu integridad y la de tu pareja.

Disfruta del festejo: Haz de la salida con tu pareja una gran noche. Baila, goza, canta y vuelve el momento en algo inolvidable.

Tips antiestrés


Vestimenta. Planifica con anticipación qué tipo de ropa utilizarás en la celebración de noche vieja; si intentas combinar con tu pareja, coméntale qué colores planeas utilizar.

Puntualidad. Asegúrate de llegar antes del conteo regresivo para no perderte ningún detalle.

Comodidad. Si bien la noche vieja se la puede festejar con elegancia y gala, la comodidad es lo primero. Asiste con ropa que no te cause incomodidad como vestidos no tan largos o pantalones ajustados.

Salud. No exageres con la comida ni la bebida. Pueden provocarte infecciones e intoxicaciones. Cuida tu cuerpo

Seguridad. No lleves objetos de valor y ve con el dinero necesario, porque hay bastante concentración de gente y puede haber pérdidas o robos.

Fuentes: Anahí Navarro (psicóloga, terapeuta de parejas), Elizabeth Ordóñez (terapeuta de pareja)

Fotos: internet