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¡Dios! Encontré a mi hijo viendo porno

Toqué la puerta del dormitorio de mi hijo de 12 años y al no escuchar ninguna respuesta decidí abrirla, casi me muero… Vi cómo miraba videos con escenas de sexo”, cuenta Narda (52).

¿Qué harías si descubres a tu adolescente viendo porno? Lo primero que hizo Narda fue gritarle. “Le pregunté por qué lo había hecho y cómo accedió a esos videos”.

Según la experiencia de la psicóloga y terapeuta de familia Cecilia Prado, lo más común en los padres es perder el control frente a estos hechos. “Por lo general tienden a satanizar el acto y ver al niño o adolescente como un pervertido”. Incluso, en ocasiones hay violencia verbal y física como forma de represión.

Después de la reprenda a su hijo, Narda acudió a su esposo para decidir qué acciones tomar respecto a lo sucedido. “El resultado no fue bueno, mi esposo reaccionó agresivamente”.

Calma. Tu hijo solo siente curiosidad y pasa por un despertar natural de su sexualidad.

La psicóloga dice que desde los 10 años en adelante, algunos niños comienzan a interesarse por contenidos sexuales. En realidad no es que ellos buscan pornografía en su totalidad, solo observan algunas escenas”.

Es la curiosidad la que los lleva a buscar imágenes de sexo, pues están en una etapa de cambios en su cuerpo e intentan explorar también sus sensaciones.
La sexóloga Anahí Navarro además comenta que un adolescente está influenciado por sus compañeros.

Todos pasan por esa inquietud de la edad. Por el contacto frecuente comparten los mismos intereses. Entonces, les intriga lo referente al sexo.

Navarro dice que chicas y chicos de 13 a 18 años están más vinculados a su sexualidad. “En la adolescencia es común ver este tipo de casos, pues buscan una forma de aprender ciertas cosas que no son explicadas en los colegios o en las mismas familias”.

Con esta base teórica ahora ponte en acción. Sal del cuarto y cierra la puerta. Dale algo de privacidad. Unos minutos darán tregua en la incómoda situación para ti y tu retoño. Es momento de hablar.

La terapeuta familiar sugiere que se le pregunte al joven qué es lo que vio realmente y así explicarle que los contenidos pornográficos son una exageración de lo que es la relación sexual. Por su parte, la sexóloga advierte que “en el mensaje de estos filmes se posiciona la idea de genitales extragrandes y placer extremo. Se ve el ejercicio de la violencia sobre el otro”. En conclusión se distorsiona el concepto de sexualidad y de las formas de relacionamiento.

Si como padre o madre te llegó la hora de abordar el tema en casa; hazlo sin miedo ni vergüenza, elimina el tabú. Y si pasas por una situación como la de Narda, reflexiona con tus hijos respecto a lo sucedido manteniendo el respeto mutuo.

¿Cómo reaccionar?


Mente fría. Analiza la situación antes de actuar. Pueden haber muchas causas para que esté viendo ese material. Piensa dos veces antes de actuar.

Dialoga con tu hijo o hija. Pregunta por qué está viendo videos o imágenes de esa naturaleza. Es una forma de ganarte la confianza de tu adolescente.

Resalta las diferencias. Explícale a tu hijo que el sexo es natural y  saludable a diferencia de la pornografía. Inculca valores de respeto con él o ella y para su pareja.

Aclara las cosas. Pon en concreto que la pornografía miente respecto a lo que pasa en una relación sexual. El porno muestra humillación, coacción y dominación hacia el otro.

Establece reglas. Pon en claro que las normas en casa deben respetarse, establece controles parentales en la computadora o sitios a los que puede acceder.

Elimina el tabú. Habla sobre sexualidad con tus hijos.

Fuentes: Cecilia Prado (Especialista en Psicoterapia familiar), Anahí Navarro (Psicóloga especialista en sexología) y Narda V. F. (Madre de familia).