Icono del sitio La Razón

El sacrificio por amor

Muchas mujeres crecen entre imágenes novelescas escuchando repetidas frases de renuncias por amor. Así, casi sin darse cuenta, maduran idealizando al amor, como si éste fuera la única salvación de sus vidas.

Entonces, se vuelven incondicionales al amor, dan todo por él y esperan todo de él; quedando atrapadas en una gran red de expectativas mutuas con la pareja. Y, en muchas ocasiones, lo único que terminan recibiendo de una pareja formada a partir de expectativas irreales es dolor, angustia y frustración.

En un proceso como éste, la magia desaparece y en lugar del ‘porque te necesito te amo’,  terminan ‘amando porque lo necesitan’; por miedo a la soledad o por no animarse a enfrentar la vida y a vivir lo que sienten o lo que sueñan.

Entonces aparece la decepción y terminan siendo lo que el otro espera que sean; renunciando a su individualidad, libertad y anhelos.

El amor es uno de los sentimientos más idealizados. Si se cree que cuando es verdadero es incondicional, entonces es fácil caer en ciertas situaciones: ‘Te quiero aunque me desvalorices o me pegues’, ‘Te quiero aunque me asfixies controlándome’, ‘Te quiero aunque te enojes si no te doy la razón en todo’…

Como no les gusta que su pareja se sienta mal, se someten a su voluntad. Pregúntate si éste es realmente el amor que quieres vivir…

Cambia tu perspectiva y deja de lado el concepto de sacrificio.

Tú no debes sacrificar tu bienestar por nada ni por nadie. El amor es de ida y vuelta.

Si estás en pareja, que sea para sentirte querida y respetada en todo momento, aun cuando estén enojados. Dos personas que se acompañan, disfrutan y crecen entendiendo que solo se ama verdaderamente a quien no se posee. Considera que las únicas expectativas que debes complacer son las tuyas.

Hazte fuerte, ya que la sumisión nace del temor a no complacer, del miedo a no ser querida. Recuerda que la cualidad más atractiva del ser humano es la dignidad.

Habla de lo que sientes y reacciona. Ten en cuenta que cada decisión que tomas puede ser para disfrutar o sufrir, para crecer o estancarte.
Mujer, naciste para ser feliz… no lo olvides nunca.

Tú y solo tú eres responsable de tu bienestar personal.

Para tener en cuenta:

*Coach personal-especialista en problemática de la mujer y de la pareja – www.superarse.net