Sé honesto y evita la friendzone
Mientras las cosas no se hablen claramente es mejor no suponer, imaginar ni creer que hay algo más allá que una relación de amigos. “Siempre es importante que las cosas sean claras y directas”
A veces las relaciones pueden ser confusas. Quién se imaginaría que tras haberle dedicado mucho a esa persona terminaría considerándote simplemente “un gran amigo o amiga”; dicho en otras palabras, te enviaron a la temida friendzone.
Y ¿qué es la friendzone? En su traducción al castellano sería la zona de los amigos, un término de la cultura popular que hoy se utiliza para referirse a una persona que tiene interés sentimental por otra, pero que solo ha logrado cultivar una amistad y no así la atracción o el amor de pareja.
Para no caer en ello y salir lastimado, las claves son dos: ser sincero desde el principio —esto incluye hablar sin dar lugar a dobles interpretaciones— y ser lo suficientemente valiente para admitir que el otro puede no estar realmente interesado en ti.
“Cualquier chica o chico, alguna vez en su vida, se ha enfrentado al miedo, inseguridad y nerviosismo que conlleva ganarse la atención y afecto de la persona que le gusta. Y muchas veces en ese proceso llega a confundir o malinterpretar algunas señales”, dice la psicóloga y terapeuta de parejas Elizabeth Ordóñez.
Así que mientras las cosas no se hablen claramente es mejor no suponer, imaginar ni creer que hay algo más allá que una relación de amigos. “Siempre es importante que las cosas sean claras y directas”, afirma.
El lenguaje y las citas
El lenguaje es un “arma efectiva” con ese fin y hay que saber usarlo. Uno de los errores más comunes para caer en la friendzone es no escoger las palabras adecuadas para comunicar la intención que se tiene con esa persona. “Decirle: ‘eres simpático/a’ no es lo mismo que decirle ‘eres lindo/a’. Cuando uno se refiere a la simpatía puede haber mucha ambigüedad en la interpretación que haga el otro, mientras que cuando uno se refiere a los rasgos físicos da a entender que hay una atracción”, apunta la sexóloga Anahí Navarro.
Las salidas son un factor de cuidado: si el interesado piensa en una cita y el otro asume que se trata solo de un encuentro entre amigos, es mejor expresar con claridad que la invitación es un plano de cortejo.
No eres su incondicional
Si se siente atracción por alguien, es natural que se quiera progresar lo antes posible. Hay quienes creen que para hacerlo se debe platicar mucho y demostrarle al otro que se es un buen partido, pero hay que tener cuidado con los mensajes. Si se le escribe o se le llama ocasionalmente para averiguar qué tal ha estado su día o cómo se siente, éste es un conducto directo a la friendzone. “Ella o él puede creer que solo hay un interés amistoso”, dice Ordóñez.
Otra cosa en la que no se debe caer es en convertirse en el confidente e incluso el “paño de lágrimas” de tu crush —ese amor idealizado por el que sientes una atracción hipnótica—.
“Al no expresar desde un principio que se tiene una atracción por el otro, pero aun así hay cierta proximidad y confianza, nace el malentendido y uno termina convirtiéndose en el amigo incondicional”, advierte Navarro.
Otra de las razones de por qué las personas pueden terminar en la friendzone es que tienen miedo a expresar sus sentimientos o son pasivas. Muchos prefieren tomar la estrategia de comenzar por ser amigos, porque es más fácil y representa menor riesgo emocional. En otras situaciones, pueden intentar una prueba de “conexión” o buscar ser “amigos con beneficios”.
El hecho es que cuando hay química, las chispas saltan naturalmente, lo que no significa que conocerse un poco mejor no ayude a despertar el interés por el otro. En todo caso —según apunta Navarro—, jamás se debe permitir que la frustración por un rechazo se convierta en enojo. Si esa persona no desea una relación amorosa contigo, es mejor no forzar las cosas y respetar su decisión. Si tu madurez emocional lo permite, podrán ser amigos, caso contrario debes alejarte sin resentimientos.
Otras razones

Sé auténtico. La mejor manera de abordar a otra persona en pos de lograr una relación amorosa es mostrarte tal como eres, sin poses ni mentiras.
Muéstrate seguro. Una persona con poca personalidad suele ahuyentar a la otra. Por ejemplo, puedes hablarle de cosas que dominas, pero cuidado con fanfarronear.
Escucha a la otra persona. No hay nada más decepcionante que hablar y hablar sin dejar que el otro exprese sus ideas. Si tu conquista tiene algo que contar, será bueno que la escuches.
Presta atención. Cualquier referencia acerca de lo que le gusta es un buen dato para sorprender a tu crush con un detalle: un chocolate, pistas de su canción favorita, ir a comer lo que le agrada, etc.
Fuentes: Anahí Navarro (psicóloga especialista en sexología) y Elizabeth Ordóñez (Terapeuta de parejas)
Fotos: internet