Consejos en la era digital
Es importante poner dos límites simples en el uso de equipos digitales, lo primero es determinar el espacio físico; dónde usar los aparatos electrónicos.
Los niños crecen acompañados de los avances de la tecnología. Quieren un celular y una tableta u otros equipos que en un segundo y sin mucha explicación aprenden a manejar. Es por eso que se torna necesario que los padres les enseñen conceptos saludables del uso digital.
“Todavía sabemos poco sobre el impacto que tienen estos dispositivos en el cerebro en desarrollo de los niños, pero sí sabemos que los que pasan más tiempo delante de pantallas experimentan, con mayor frecuencia que otros, déficit de atención, problemas de comportamiento, depresión, obesidad infantil y fracaso escolar”, dice Álvaro Bilbao, psicólogo y autor del libro El cerebro del niño explicado a los padres.
Por eso, es importante poner dos límites simples en el uso de equipos digitales, según la ingeniera en telecomunicaciones Eva Bailén. “Es bueno controlar y dosificar el uso de la tecnología, tanto si se trata de la televisión como el de la consola, teléfono móvil o tableta”.
Lo primero es determinar el espacio físico; dónde usar los aparatos electrónicos. “Es importante establecer un área común y abierto, no a puerta cerrada en una habitación. Así se podrá estar al tanto de qué juegan, qué están viendo y, si están usando la webcam o están chateando, saber con quién”, recomienda.
El segundo límite es temporal y está relacionado a la cantidad de tiempo que los niños pueden usar los aparatos. “Marca un tiempo razonable en función a la edad de tus hijos, 20 minutos, una hora, una hora y media o máximo dos”, sugiere.
Un buen uso…
La planificación. El consumo mediático no debe reemplazar las relaciones personales, el tiempo para la familia, el juego al aire libre, el ejercicio y el estar desconectado y descansando, y la interacción en las horas de las comidas.
Saber lidiar. Las mismas pautas de la crianza en el mundo real se aplican al virtual. Conoce a los amigos de tus niños, tanto en línea como fuera de ésta. Fíjate qué plataformas, software y aplicaciones usan; qué lugares visitan en la red y qué hacen en línea.
Fijar límites. El uso de la tecnología debe tener límites razonables. El juego no estructurado y fuera del mundo digital estimula la creatividad. Haz del tiempo libre un momento sin dispositivos.
Jugar juntos. La participación en familia también es importante para las actividades mediáticas: promueve las interacciones sociales, la unión y el aprendizaje. Juega videojuegos con tus hijos.
El ejemplo. Enseña con el ejemplo, la amabilidad y los buenos modales también en las redes. Limita tu propio uso mediático.
La comunicación frente a frente. Los niños más pequeños aprenden mejor a través de la comunicación bilateral. Los estudios de investigación han demostrado que la comunicación bilateral mejora las destrezas del lenguaje.
No uses la tecnología…
Fuera del horario establecido. Así promueves a pasar más tiempo en familia, a tener horas y hábitos alimentarios saludables y hasta un mejor descanso.
Como tranquilizante. La tecnología puede ser eficaz para que los chicos estén calmados y callados, pero no debe ser la única forma para distraerlos. Al contrario, el aburrimiento permite ser creativos.
Creyendo que todo es educativo. Más de 80.000 app se etiquetan como educativas, pero pocos estudios revelan su valor real. Los productos que se promocionan como ‘interactivos’ deben requerir más que pulsar y tocar el panel táctil.
Sin ciertos cuidados. Recuerda a tus hijos que las configuraciones de las plataformas de privacidad realmente no hacen privado el contenido y que las imágenes, pensamientos y comportamientos que comunican pasan a ser parte de su huella digital de forma permanente.
Sin el valor de la privacidad. Deben saber que una vez que algún contenido es compartido, no podrán borrarlo o deshacerse de él por completo. Esto incluye enviar mensajes con imágenes indebidas.
Si hay cambio de conducta. Atento a su comportamiento; si está irritable, nervioso o triste puede que sea necesario el apoyo de un profesional, incluso el de su pediatra.
Fuentes: Álvaro Bilbao (psicólogo y escritor), Eva Bailén (ingeniera en telecomunicaciones), healthychildren.org
Fotos: internet