Empieza tu nueva relación con el pie derecho
Cuando comienzas un romance también empieza la incertidumbre. Y, seguramente, como tú, muchas personas desearían tener esa bola de cristal para saber qué es lo que les depara el futuro amoroso.
Se dice que no hay receta para el amor perfecto, pero una actitud positiva, sin inseguridades ni dudas pueden ser clave para iniciar una relación saludable y con el pie derecho.
Cuando comienzas un romance también empieza la incertidumbre. Y, seguramente, como tú, muchas personas desearían tener esa bola de cristal para saber qué es lo que les depara el futuro amoroso, dice la psicóloga y especialista en terapias de pareja Elizabeth Ordóñez, quien sabe que no es un tema de azar, sino de construir, de dar pasos lentos pero seguros. “Lo recomendable es no apresurarse al momento de arrancar con la nueva relación. Al contrario, es mejor tomar las cosas con calma”.
En muchos casos, y por la incertidumbre de no saber cuál será el futuro de la nueva relación, los miembros intentan imponer su ideal de pareja. La psicóloga clínica Cecilia Bandín señala que “las relaciones no se edifican de un día para el otro, sino que se las debe trabajar con honestidad y comunicación”.
En ese sentido, el primer paso es ver sinceramente si no quedan viejas heridas. Ambas especialistas coinciden en que al terminar una relación quedan secuelas de los problemas que ocasionaron la ruptura. “Los errores de relaciones pasadas pueden influir en futuros noviazgos”, advierte Ordóñez. A ello, Bandín añade que el miedo a que se repitan ciertas situaciones con la nueva pareja genera inseguridad y provoca una serie de acciones como los celos, las malas interpretaciones, la dependencia, etc.
Para que la nueva relación tenga un terreno fértil, es necesario haber interiorizado el aprendizaje de las experiencias amorosas pasadas y estar libre de enojos y resentimientos.
Tampoco vale idealizar el nuevo romance y al nuevo amor. Lo mejor es ser realista, conocer a la persona y estar seguro de querer sembrar y darse una nueva oportunidad con ese ser y por las razones correctas; no así por miedo o soledad. Si es así, entonces da el paso.
Consejos
Sin apuros: Evita apresurar tu relación con actos como volver a tu pareja parte de tu cotidianidad o expresar frases tan importantes como “te amo” sin sentirlo. Tómate un tiempo para que todo llegue en el momento oportuno.
No satures a tu pareja: Uno o dos mensajes románticos o seductores en el teléfono ayudan a crear el vínculo, pero mandar decenas de éstos todo el día llega a ser molesto. Respeta el espacio de tu pareja.
Regula la intensidad: Nada aleja más que la presión. Si deseas que lo que está comenzando se asiente, no demandes ni trates de controlar el curso de los acontecimientos. Lo que ha de ser, será y no justamente de la mano de la exigencia.
Sé tu misma/o: Un aspecto clave en la relación está en ser como eres. Muestra interés legítimo y deseos de compartir con la otra persona sin dejar de lado tu propia persona y metas. Una relación amorosa es primordial y hay que hacer y ofrecer lo mejor de uno, pero con inteligencia.
No idealices: Cuanto más alto pones a alguien en tus calificaciones, más puntos le bajarás cuando lo veas en su plena humanidad. Si bien es parte del enamoramiento endiosar a quien te hace perder la cabeza, cuando pasen las mariposas te encontrarás con alguien de carne y hueso. Relativiza sus virtudes.
Baja las expectativas: Son el camino hacia la frustración. ¿Qué tal si te dejas sorprender por esa persona que ha llegado a tu vida? Quizás no se ajuste ciento por ciento a tu lista de deseos, pero puede que te revele aspectos de ti mismo que ni conocías. Sé flexible.
Redes sociales: Si pasas mucho tiempo en Facebook, evita esas ganas compulsivas de darle like, comentar o compartir todo lo que tu pareja hace. Existe el riesgo de que se espante y se aleje de ti.
Discreción. Nada de contar todo, revelar intimidades detalle a detalle sin dejar espacio para la sorpresa. Esto no quiere decir que escondas tu pasado, pero hay temas que no son los adecuados, menos al iniciar una relación, como cuántas parejas tuviste y qué hiciste con ellas. Eso no quiere decir que omitas que estuviste casada o casado.
Fuentes: Elizabeth Ordóñez (Psicóloga especialista en terapia de pareja), Cecilia Bandín (Psicóloga clínica)