Una manera diferente de presentar la moda es con una producción de fotos fuera de lo común. Hoy, mía propone el trabajo conjunto de la diseñadora Vania Rodríguez de La Espina y del fotógrafo Raúl Valda.
La sesión llega en tonos pasteles que evocan romance y sensualidad, con colores que sellan la temporada, incluso para aquellas que van al altar y no quieren envolverse de beige o blanco, y se dejan seducir por el rosa, el lavanda o el amarillo.
No es todo, la muestra va salpicada de agua, que bajo la lente de Valda lleva un toque de sensualidad, cuando los géneros como la seda, la gasa o el tul van combinados con apliques de encaje, pedrería o lentejuelas, y se empapan de sofisticación.
Los cortes profundos en el escote frontal, lateral o de espalda invitan al coqueteo de las mujeres seguras de sí mismas. “La consigna es hacer que quienes usan estos vestidos se sientan bien, no solo porque la prenda les queda, sino porque se acomoda perfectamente a su carácter y a su personalidad”, más allá de la ocasión y hora, es decir, sin códigos. “No necesariamente se tiene que usar tal o cual escote”, recalca Rodríguez.
Lo mismo que el clima, que en La Paz es caprichoso; “tanto que el verano es lluvioso”, comenta Valda, quien ha encontrado su inspiración para realizar este trabajo.
Fotos: Raúl Valda
Modelos: Clarissa Cingolani y Carolina Granier
Producción: Fabio Pérez-Raúl Valda
Vestuario: La Espina
Maquillaje: Andrea Chiappe
Estilista: Fernando Quiñovel