Icono del sitio La Razón

Consigue una cama caliente…

Las bajas temperaturas invitan a buscar calor por las noches. De ahí la buena idea de aumentar algunas mantas en la cama y enfundarse en una pijama gruesa de franela o polar. Pero, ¿será la solución?

Pareciera que lo ideal es vestirse de esquimal para ir a la cama al encuentro de un sueño reparador. Sin embargo, el mismo organismo hace lo suyo y se adapta a los climas fríos, claro que una ayudadita no cae mal.

“Durante las temporadas frías del año, la fisiología del cuerpo se modifica para intentar descansar por más tiempo del habitual (de seis a ocho horas). Este proceso permite un mejor estado de salud”, dice Elizabeth Crespo, médica especialista en neurología. A ello se suma que un sueño gratificante favorece a mantener el sistema inmunológico con las defensas altas.

Por tanto, los especialistas en salud no están de acuerdo con el uso exagerado de prendas. En un artículo del portal de salud, Mejor con salud, se lee que: “dormir a más de 15 °C de temperatura perjudica a la salud”, debido a que el organismo debe activar su propio mecanismo de termorregulación.

Al respecto, el médico especialista en nefrología Nelson Zamora comenta que exagerar en la temperatura del ambiente y del propio cuerpo tiene consecuencias, pues provoca sudoración. “Dormir muy abrigado genera poca movilidad, además que el cuerpo no se acostumbra a regular su mecanismo de defensa ante el frío”.

Entonces, para dormir confortable en estas noches, ambos especialistas comparten algunos tips.

Dormir con compañía, más si están abrazados, siempre será una de las mejores opciones ante el frío. El calor que emite cada cuerpo generará una temperatura cálida dentro de la cama, además de otros beneficios emocionales.

Una buena forma de conciliar el sueño cuando hace frío es consumir una sopa o caldo, infusiones de té o leche caliente antes de acostarse. Esto genera un aumento en la temperatura corporal.

Otro de los placeres invernales a favor de dormir bien es tomar un baño o ducha caliente una hora antes de ir a la cama, esto no quiere decir sumergirse horas en agua hirviendo.

El nefrólogo recomienda secarse bien al salir y abrigarse inmediatamente. “Es importante secar el cabello, tanto mujeres como hombres”.

También es aconsejable hacer ejercicios ligeros, como una caminata. Nada de trotes o de exagerar, pues este tipo de rutinas provocan agotamiento muscular y a algunas personas las pone muy activas.

En casos extremos es permitido usar calefacción artificial, como las estufas. En esta situación es recomendable dejar encendido el aparato hasta acondicionar una temperatura favorable en el ambiente.

Así se puede dormir calentitos por lo menos durante las ocho horas que la Organización Mundial de la Salud lo recomienda, y recargar la energía para comenzar un nuevo día.

Otros consejos

• Calienta los pies: Si están fríos, posiblemente todo el cuerpo lo esté. Una forma de darles calor es con una bolsa de agua bajo la sábana. Usar medias no es una mala opción para combatir el frío.

• Ropa: La lana es un material que aísla el frío y permite la retención de calor, lo mismo que las prendas básicas de algodón o las llamadas térmicas. Recuerda que la ropa no debe incomodar.

• Corrientes de aire: Tapa los espacios que hay entre el borde inferior de tu puerta con el suelo. Puedes hacerlo con una toalla vieja y enrollada. Verifica que no hayan otros huecos en ventanas y marcos.

• Mantas y frazadas: Aumenta una frazada a la cama para conservar la temperatura de ella. Las sábanas de polar pueden ser buenas aliadas y los edredones de plumas también.

Fuentes: Elizabeth Crespo (médica especialista en neurología), Nelson Zamora (Médico especialista en nefrología) y www.mejorconsalud.com (Sitio web especializado en salud)

Fotos: Pinterest