Las tendencias en el cabello quedaron atrás; todo lo que implica estar uniformado es parte del pasado, tanto en cortes como en tintes y peinados. “Este 2018 nada marca la moda en el cabello, ya no existe tendencia, uno vive su mundo y crea su estilo y su moda. De lo que se trata es de romper esquemas”, dice el estilista Fernando Quiñovel.
En los cortes de cabello, según Quiñovel, se puede jugar. Unos serán con o sin flequillo, otros largos, algunos cortos y así, como a la persona le guste para su melena. Lo importante es que no sean cortes marcados porque son difíciles de peinar.
En cuanto a los colores de cabello, la imaginación manda sobre la paleta clásica de negros, rubios, marrones y rojos. Hoy, todo tono es bienvenido.
Y si de peinados se trata, Quiñovel experimenta con los llamados desconectados. Entre éstos se puede optar, por ejemplo, por una de sus propuestas que consiste en un cerquillo corto que acompaña una melena con volumen, ya sea en la parte frontal o en la coronilla, o combinar áreas; unas con mucho volumen y otras simples.
“Estos peinados se pueden usar en el día a día o para un evento especial como para una boda. Son ideales para diferentes ocasiones”.
Tanto detalle debe ser visible y para ello nada mejor que una sesión de fotos. En estas páginas, mía muestra una producción donde se evoca el elemento aire en varios colores. El humo permite el encuentro con la figura femenina, dialogando con el peinado, el maquillaje y el vestuario, dice Fabio Pérez, quien concibió la idea y el concepto junto al fotógrafo Raúl Valda.
“La expresión claroscura de esta sesión busca ser provocadora como fotografía editorial al mostrar nuevas percepciones de la belleza de la mujer y su relación onírica con los elementos que la rodean”, apunta Valda.
La producción es parte de una concepción con los cuatro elementos combinados con moda y fotografía.
Fotos: Raúl Valda
Modelos: Laura Ede y Moema Beckmann
Producción: Fabio Pérez-Raúl Valda
Vestuario: La Espina
Maquillaje: Andrea Chiappe
Estilista: Fernando Quiñovel