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Claves para un divorcio amigable

Enfrentar un divorcio no es fácil para ninguno de los miembros de la pareja ni para quienes los rodean. Cuando un matrimonio llega a su fin y se decide emprender la vida por separado, es habitual que haya tensiones, dolores  y hasta resentimientos, al fin y al cabo la separación suele venir provocada por situaciones irreconciliables.

Sin embargo, no toda ruptura tiene que terminar con odio y discordia. Lo cierto es que el divorcio amistoso existe, y aunque suene utópico, depende de la actitud y madurez de las dos personas implicadas, un final saludable y no el comienzo de otra guerra, más aún si hay hijos. 

“Aunque al momento de iniciar el divorcio por lo general no hay un mismo nivel de afectividad entre los cónyuges, pues hay uno que deja y otro que es dejado, es importante asumir con responsabilidad la situación y los actos que llevaron a la decisión de separarse”, explica Elizabeth Ordóñez, psicóloga especialista en terapia de parejas.

Con la decisión asumida se debe trazar una serie de estrategias, según la terapeuta familiar, para hacer esta etapa más llevadera. 

Enrique MacLean, abogado en materia familiar y litigante, explica que para un divorcio pacífico es clave  determinar qué se desea y tener un plan ante lo que puede entorpecer el proceso, como la “poca predisposición al diálogo y la incapacidad de pedir ayuda no legal para una separación saludable (apoyo familiar, psicológico, terapéutico)”. 

De igual forma, recomienda que ambas partes sean asesoradas por abogados de confianza y que tengan experiencia en el tema, sobre todo con habilidad para negociar. Cabe recordar que un buen “negocio” es aquel en el que todos ganan.

Sin duda, la primera piedra en el camino es la repartición de los bienes adquiridos, si los hay, durante el matrimonio. Lo adecuado es ser honestos y, de acuerdo con las leyes y necesidades, alcanzar un acuerdo satisfactorio para ambas partes. Luego, ocuparse de lo emocional y concentrarse en crear una nueva vida y un nuevo ambiente. Aquí se necesita valentía.

MacLean asegura que lograr un acuerdo y dialogar son factores claves para que el divorcio sea llevadero y amistoso. “De una charla sincera puede lograrse más acuerdos que desacuerdos y así la separación se dará en buenos términos”. 

Al respecto, Ordóñez dice que es mejor exponer las aspiraciones y deseos con transparencia y sin falsedad; “sin cartas bajo la manga, así ambas partes ganan”.

Los especialistas concuerdan en que los hijos —si es que los hay— deben ser la prioridad sobre toda pretensión personal y patrimonial. ¿Quién tiene la custodia?, ¿cómo se organizarán las visitas?, ¿cómo se compartirán las responsabilidades? Todos éstos son temas que deben resolverse. La terapeuta apunta a que deben ser tratados primero entre los dos implicados y si es necesario con ayuda familiar de un profesional, para luego ser transmitido a los abogados quienes procedan en lo legal.

Finalmente es sano evitar la influencia de terceros, sobre todo de los familiares, que con sus opiniones pueden entorpecer los tratos de ambas partes. “En el ánimo de apoyar, muchas veces los papás, hermanos e inclusive los amigos de ambas partes dan consejos que solo generan más problema. Por ejemplo cuando dicen ‘no aceptes esa propuesta’ o ‘tienes que quedarte con la casa’. Entonces es mejor que nadie interfiera en el proceso”, detalla Ordóñez.

Una negociación sin condiciones y para un fututo de bien común hará que el divorcio sea más amigable.

Toma en cuenta…

Lo emocional:

Ante todo, hazle frente al aspecto emocional de la ruptura. El divorcio es una etapa de mucho dolor emocional y de cambios enormes. Busca ayuda psicológica o terapias de apoyo. 

Bienes comunes:

Ten todos los datos y cifras a la mano para ayudar al abogado a construir un buen caso financiero y a convencer a tu cónyuge sin discusiones y supuestos. Hay quienes dicen ni bueno ni malo, sino lo justo.

Amigos en común:

Los amigos del matrimonio anterior por lo regular tienen que escoger de qué ‘lado’ están. Afronta las pérdidas con madurez. No busques solidaridad ni te ganes enemigos. La separación es de dos y solo les toca a los dos.

Nuevo inicio: Aprende a recuperar el sentido de ti mismo como individuo y ya no como pareja.

Fuentes: Elizabeth Ordóñez (Psicóloga y terapeuta de Parejas) y

Enrique MacLean (Abogado litigante)