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‘Todo varón es un machista’

Feminismo es una palabra que asusta. “Mi padre me dice, ‘hija, cómo te vas a denominar feminista, no pues’”, cuenta una de las jóvenes asistentes al conversatorio “Hablemos de masculinidades”, que dirige el escritor Pedro Brunhart en la Fundación Friedrich Ebert Stiftung.

Brunhart, quien ha escrito varios libros en torno al tema, como Masculinidad y feminicidios y Prostitución y patriarcado, está de acuerdo y va más allá. “Todo varón es un machista”, lanza a los 50 asistentes en la sala.

“Es igual si uno ha sido educado como racista, sin embargo, somos responsables por lo que hacemos y si no hacemos nada entonces el mundo sigue como está… es ese el efecto del patriarcado, hace 5.000 años”.

Las sociedades antiguas eran matriarcales; el patriarcado es reciente y podemos cambiarlo, asegura él.

“¿Cómo hemos sido educados? Mediante juegos y mitos sobre los cuales no reflexionamos. El primero, el de la creación. Dios creó primero a Adán y de su costilla hizo a Eva. Entonces es muy obvio quién es primero, quién es más importante”.

También, afirma Brunhart, en la sociedad “se educa a la mujer para ser débil, sumisa, callada; y al varoncito, decidido, fuerte, dominante. Eso después te dice quién es adecuado para dirigir una sociedad. ¡Obvio!, no es la persona débil y sumisa, sino la dominante”.

La sociedad enseña a los hombres que no es bien visto ni aceptable mostrar sentimientos. Esta represión, dice el investigador, lleva a la frustración y a la violencia. Y ¿cómo se construye la masculinidad en el joven? Simplemente, afirma Brunhart, con base en elegir lo que es “no ser mujer”.

“Esas son las reflexiones sobre cómo hemos sido educados los varones, como machistas. Pero ahora viene la otra parte: ¿qué podemos hacer?”, desafía.

Entre las propuestas del público resaltan las de un cuestionamiento al servicio militar y una revalorización al trabajo femenino del hogar.

“¿Qué pasaría si nuestras madres piden sueldo por hacer las labores de casa? Nuestra sociedad colapsaría!”, reflexiona otro joven asistente.

Brunhart también sugiere que los varones se interesen por las luchas feministas y que se animen a formar grupos de hombres para hablar acerca de estos temas. “No tenemos grupos, tenemos fútbol y chupas”, describe, desatando las risas del público.

“Si se forma uno, aseguro que en media hora se estará hablando de cosas muy íntimas, porque muchas veces (los varones) nos sentimos mal y no hablamos ni con la pareja ni con nadie”.

Fuente: conversatorio ‘hablemos de masculinidades’, de pedro brunhart. fundación Friedrich ebert stiftung. 10 de septiembre de 2018. la paz, bolivia.

¿Qué podemos hacer?

1. CONCIENCIA. Reconozcamos las ventajas y privilegios que tenemos los varones.

2. EMOCIONES. Mostremos lo que sentimos.

3. ESCUCHEMOS. Hablemos menos y escuchemos las argumentaciones de una mujer.

4. NO ES SOLO GANAR. Desprendámonos de la competitividad en la pareja.

5. AUTOCUIDADO. “Yo he notado que espero que mi esposa me nutra emocionalmente. Pensamos que la mujer tiene la obligación de consolarnos”, dice Brunhart.

6. RESPETO. Hemos sido educados para ser conquistadores, pero respetemos que no es no.

7. ACTIVISMO. Interesémonos en las luchas feministas contra injusticias sociales que ponen a las mujeres en situación de desventaja.

8. REFLEXIONEMOS. Formemos grupos de varones para reflexionar sobre las masculinidades, familia y relaciones de pareja.

Fotos: Internet y Paula Jordán