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Evita la Asfixia amorosa

Llamar al otro a cada momento, controlarle los horarios, estar pendiente de sus actividades, desconfiar de su palabra, angustiarte cuando llega tarde, tener celos incontrolables… son algunas de las actitudes destructivas que se asumen en nombre del amor, bajo la equivocada premisa de que si no estás pendiente las 24 horas, entonces tu mundo amoroso dejará de girar.

Mujer, quizás hayas escuchado que la “planta del amor” necesita ser regada constantemente. Esta, definitivamente, es una afirmación correcta, pero ten en cuenta que el exceso de agua es tan perjudicial como su falta, ya que también es necesario dejarla respirar.

Al igual que las plantas, los animales y las personas necesitan oxígeno para poder vivir. El amor también requiere de una dosis generosa de aire puro.

Aunque parezca paradójico, sentirnos comprendidos y libres es lo que más nos une a una persona.

Por lo tanto, destierra de tu imaginario amoroso la idea de que dos que se aman son uno solo. Dos que se aman, por mucho que se entiendan, siguen siendo dos; en consecuencia, cada uno necesita tener su propio espacio.

Querida amiga, debes saber que el exceso de control es una actitud tremendamente tóxica para la pareja, cuyo origen es la desconfianza en la fuerza del amor.

Y la falta de autoestima es siempre la base de esta manifestación amorosa, cuyo razonamiento es el siguiente: “como no valgo, nadie me amará, en consecuencia, mi pareja terminará abandonándome”, situación que finalmente terminará convirtiéndose en una realidad a causa de esa asfixia provocada en el otro. Se trata ni más ni menos de una profecía autorrealizada.

Puede suceder que estés repitiendo una conducta aprendida en el hogar, ya que si has visto que en tu familia la manera de relación era la asfixia de la persona amada, es probable que inconscientemente creas que esta es la manera de vincularte con quien tú amas.

Si este es tu caso, recapacita y ponte manos a la obra antes de que sea demasiado tarde.

Esta tendencia destructiva de no dejar respirar a la pareja puede controlarse ejercitando actitudes de autocontrol personal.

Para ello, debes tomar conciencia de que no siempre percibes tus impulsos negativos de destrucción.

Por lo tanto, es necesario comenzar a autocuestionarte y tratar de verte a ti misma desde afuera; y sobre todo, a escuchar atentamente lo que dice tu pareja.

De esta manera, te resultará más sencillo detectar tus actitudes asfixiantes para con la otra persona.

A través del ejercicio del autocontrol, te resultará posible la detección precoz del problema, lo cual te ayudará a evitar daños mayores en tu relación de pareja.

No obstante, si no puedes sola, pide ayuda; ya que la actitud asfixiante es solo la punta del iceberg y será preciso que asomes la cabeza de la mano de un especialista para ver qué hay más abajo de la superficie.

Finalmente, querida mujer, fortalece siempre tu autoestima, ya que cuanto más te quieras a vos misma, más alentarás el amor de tu pareja. ¡Ámate y te amarán!

Consejos prácticos


No te sientas excluida cuando tu pareja cultive otros afectos, ya que el amor que los une ocupa un lugar muy específico y no es comparable a ningún otro.

Ante cualquier sospecha trata de discernir entre realidades y fantasías.

La desconfianza sistemática, como forma preventiva, seguramente te llevará a aquello que pretendes evitar.

Las fantasías permanentes de desamor, la angustia ante la separación y la desconfianza infundada son un veneno para cualquier relación.

Hay vida más allá de la pareja, disfrútala y permite a tu pareja disfrutarla.

La función de un vínculo amoroso es hacer la vida más dichosa y no un infierno de ansiedad y desconfianza.

*Coach personal-especialista en problemática de la mujer y de la pareja – www.superarse.net