La periodista panameña que trabajó para medios como NBC, ABC y CNN viaja por el mundo haciendo reportajes y capacitando sobre periodismo.
En septiembre estuvo en Bolivia dando charlas a diferentes medios de comunicación sobre periodismo digital y la importancia de que la información sea producida para consumidores del mundo.
mía— Usted tiene una vida medio nómada, ¿cómo lleva las relaciones familiares?
Cuevas— (Ríe). Así es, en el periodismo hay que ir a la cobertura, no hay fin de semana ni feriados, eso lo hice en mi juventud.
Ahora trabajo en programas magazine, donde me toca viajar por una o dos semanas, pero yo lo controlo, versus que antes la noticia era la que controlaba mi vida.
Cuando estaba en CNN tenía dos maletas empacadas en mi carro, una para clima caliente y otra para frío, lo cual fue chévere durante un tiempo, pero después me cansó, es difícil vivir con esa tensión.
mía— ¿Y la familia?
Cuevas— Siempre es difícil el sacrificio que conlleva, tienes que tener una pareja que entienda, por eso el nivel de divorcio en periodistas es sumamente alto, porque es muy difícil que la pareja comprenda que no puedes estar ahí para el cumpleaños de tu hijo, aunque hagas planes. Ese ritmo se hace pesado para la otra persona, sobre todo si no entiende.
mía— ¿Tiene hijos?
Cuevas— No, precisamente me comprometí a principios de año, me acabo de mudar a Washington DC y está en planes, una vez acabe esta invitación a Bolivia.
‘No me interesa ser un hombre’
mía— ¿Cómo visualiza que la maternidad va a cambiar su vida profesional?
Cuevas— Yo creo que, como en cualquier otra profesión, hay que crear un balance, y conlleva sacrificios. Yo pienso que las mujeres siempre deben trabajar, de repente tomarse un tiempo mientras el niño está chiquito, pero regresar al mercado laboral, porque lo he visto con amigas mías que crían niños y por cuestiones de divorcio o enfermedad de la pareja se les dificulta muchísimo regresar a la vida laboral. Pues es muy saludable hacer lo que disfrutas, siempre y cuando no descuides a tu familia.
mía— En esta corriente de las luchas feministas como el #metoo, ¿hay algún movimiento al cual usted se adscriba?
Cuevas— Trato de no hacerlo, porque como periodista mi posición es como la de un observador equitativo. Si yo llego y pongo en mis redes sociales que me identifico con el movimiento #metoo, si voy a entrevistar a alguien que tiene una postura opuesta, me va a decir ‘no, no voy a hablar contigo porque ya sé la tendencia que tienes’. Entonces, trato en lo posible de reservarme mis opiniones, incluso en redes sociales tengo mucho cuidado con lo que cuelgo y coloco.
mía— ¿Qué opina sobre el feminismo?
Cuevas— Me parece sumamente importante y crucial, pero manteniendo siempre ese balance entre mis derechos, soy igual, pero sigo siendo mujer, no me interesa ser hombre.
mía— ¿Y qué es ser mujer para Hena Cuevas?
Cuevas— Esa sensibilidad, ese cariño, esa emoción que tenemos las mujeres que me permite en mi carrera conectarme con un entrevistado; crear esa empatía, todo eso viene de la energía femenina; para mí el feminismo es precisamente crear ese balance, no quiero ser un hombre.