Hoy quiero hablarte acerca de qué significa realmente ser sexualmente responsable. La sexualidad es un tema importantísimo para el amor de la pareja, ya que, junto con la intimidad emocional y la afinidad intelectual, la pasión es una de las patas del trípode del amor.
Por otra parte, debes tener en cuenta que una sexualidad mal asumida puede generar dependencia, a partir del miedo a no complacer expectativas y a no ser queridos.
Es por eso que la sexualidad es una de las cosas importantes que debes pactar con tu pareja, previo diálogo.
Como todo en la vida, debe aprenderse permanentemente; pero lamentablemente, el problema es el tipo de educación sexual que se brinda; enfocada en la prevención y orientada a reprimir el deseo.
En este aspecto, tu responsabilidad es investigar y aprender una nueva sexualidad, genuinamente orientada hacia el placer.
Lo anteriormente mencionado, junto con los mitos y la desinformación, tradicionalmente perturban una actividad naturalmente placentera, la cual está muy influenciada por modelos culturales.
La sociedad modela la relación de pareja, porque es un contexto mayor que impone normas y determina de alguna manera lo que se puede y no se puede hacer.
Por lo tanto, tu responsabilidad es también cuestionar tus creencias sexuales aprendidas, ya que todas las normas deben ser cuestionadas y actualizadas constantemente.
La sexualidad es una fuente de relación humana. Lamentablemente, en muchos aspectos sigue siendo tabú en la pareja y en la familia, lo cual solo conlleva a propagar el miedo y la desinformación.
Hazte responsable de aprender a hablar con naturalidad de este tema, asumiendo que somos seres sexuados y sexuales, y transmitiendo la importancia de vivir el placer sin vergüenza ni culpa.
Debes impulsar el diálogo con tus seres queridos acerca de todos los aspectos relacionados con la sexualidad, informando y preparando a tus hijos para que disfruten de la misma; predicando con el ejemplo a través de las vivencias de tus relaciones de pareja.
Te propongo que te responsabilices de tu sexualidad a partir de explorarte y conocer tu cuerpo y tus respuestas.
Ejerce tu sexualidad de manera responsable, respetando al otro y desterrando de tu relación la vergüenza… ¡toda vergüenza!
Obtén el placer y satisfacción que te mereces, a partir de desaprender y aprender permanentemente, transgrediendo sin miedo ni culpa.
Ten en cuenta que el órgano sexual por excelencia es el cerebro; que las fantasías eróticas son importantes y que el buen sexo se cocina a fuego lento. Atrévete a vivir permanentemente en estado de “fantasía” y recuerda que el mejor sexo nace del diálogo y la intimidad.
Involúcrate en tu relación para favorecer una sexualidad cargada de la emoción que solo la comunicación profunda puede brindar.
Crea vínculos afectivos sólidos, a partir de erradicar toda mentira y de abrir la puerta al afecto.
Finalmente, evita caer en la monotonía, refrescando permanentemente los encuentros sexuales con nuevas acciones.
Y, sobre todo, aprende a concebir el sexo como algo relajado, con interrupciones, descanso, charla y risas; en un contacto profundo y sin tiempo, donde lo importante no sea el final, sino disfrutar el camino que se recorre.
- Tú eres responsable de tu sexualidad y del placer que obtienes de ella.
- Es una de las cosas que en tu pareja debes pactar previo diálogo.
- Atrévete a cuestionar tus creencias sexuales, ya que todas las normas deben ser cuestionadas y actualizadas.
- Dedícate a investigar y aprender una nueva sexualidad orientada hacia el placer.
- Eres responsable de preparar debidamente a tus hijos para que tengan una vida sexual placentera.
- Destierra de tus encuentros sexuales toda vergüenza y vive el placer sin culpa.
- Anímate a vivir en estado de “fantasía”… y ¡disfruta!
* Coach personal-especialista en problemática de la mujer y de la pareja – www.superarse.net