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Trata y prostitución, la esclavitud del siglo XXI

Violencias entrecruzadas. La trata de mujeres con fines de explotación sexual comercial. Ese fue el tema de la charla que el mes pasado dio la investigadora feminista Ximena Machicao en la Fundación Friedrich Ebert Bolivia.

El cuerpo como mercancía es una lógica que el sistema promueve por acción o por omisión, denuncia Machicao.

“Por ejemplo, hay que ver el comercio sexual en las copas de fútbol”, plantea una de las asistentes.

“La sociedad es cómplice, mira de costado ante esos delitos”, admite Machicao. “Las mujeres pueden ser usadas como un objeto de mercancía, despojadas de todos sus derechos”.

La posición de la investigadora es incluso crítica frente al feminismo que, asegura, invisibiliza este tema. “Es hora de que el feminismo enfrente y deje la falacia de que la prostitución debe ser legal”, observa. Además, advierte, las agencias de derechos humanos adoptan una posición neutra y no política frente a esta problemática.

Hay una demanda codificada y cosificada del cuerpo de las mujeres. Una de las características es que el mercado pide, cada vez más, a niñas como objeto de consumo “porque creen que reducen las posibilidades de contagio de enfermedades venéreas, se paga más por la ‘carne fresca’”, destaca Machicao. Y lanza una cifra: entre el 71% y el 81% de las mujeres captadas con fines de explotación sexual son niñas y adolescentes.

“Es importante diferenciar el tema de la prostitución respecto de la explotación sexual. En el caso de las niñas y adolescentes creo que está claro que no podemos hablar de prostitución, sino de explotación sexual”, dijo Zulema Alanes, en una de sus intervenciones durante la charla.

El 21 y 22 de septiembre se realizó en La Paz la Convención Nacional contra la Trata y Tráfico de Personas. “Me sorprendió ingratamente la exposición del Gobierno boliviano, a través del Ministerio de Justicia y del Ministerio de Gobierno, relativizando y afirmando que en Bolivia pasa muy poco esto, cuando lo que sucede es que ¡no tenemos estadísticas!”.

Espere…

Lo que sí se sabe, expresa Machicao, es que Bolivia es el tercer país de Sudamérica con mayor índice de estos delitos (trata con fines de explotación sexual), según la Organización de Naciones Unidas (ONU).

Aunque la Ley 263 tipifica la violencia y la explotación sexual comercial, se presta a contradicciones con el Código Niña, Niño y Adolescente. Y en la práctica, los propios operadores de justicia no saben cómo tipificar el delito. Ni siquiera se abren casos porque no hay evidencia del secuestro.

“Las mujeres cumplen 18 años y cierran su caso, pero para el reconocimiento de derechos no hay edad”, plantea otra de las asistentes al encuentro que reflexiona sobre el tema.

Además, la trata “está ligada a las rutas que sigue el narcotráfico y opera en un marco de profunda impunidad, por parte de autoridades y policías”, dice la feminista.

Hace falta presupuesto, capacidad técnica y decisión política para hacer operativas las leyes, son las propuestas que surgen a lo largo de las intervenciones.

Machicao propone una ciudadanía más activa. ¿Cómo? No siendo cómplices pasivos, dejando de naturalizar la prostitución.

Fuente: Conversatorio

‘Violencias entrecruzadas. La trata de mujeres con fines de explotación sexual comercial’,

de Ximena Machicao. fundación Friedrich ebert bolivia. 18 de octubre de 2018. La Paz, Bolivia.