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La suerte sí existe, lo dice la ciencia

Por cientos de años tuvimos pensamientos supersticiosos sobre la suerte. La realidad es que tus pensamientos la crean en tu vida”, dice Richard Wiseman, un psicólogo investigador de la universidad de Hartfordshire, autor del libro The luck factor.

Así que la suerte “no es algo que te pasa a ti, sino es algo que tú creas”, dice el especialista, para quien éste es un concepto central en la vida. Para crear buena suerte, es importante cómo te ves a ti mismo y al mundo. “La gente suertuda es muy positiva, atrae a la gente a ella, cuando ven una oportunidad la aprovechan y son resilientes”.

La gente con mala suerte tiende a ser “realista” y a lanzar autoprofecías negativas que luego se cumplen.

Por eso, sugiere varios ejercicios prácticos para crear la buena suerte. Rescatamos cuatro a continuación. 

1. Sonríe (aunque no tengas ganas)

Sonríe, aunque no tengas ganas de hacerlo. Si es preciso, fuerza la sonrisa. Mantenla 20 segundos. Repite varias veces. Notarás una corriente de bienestar, pues esto libera endorfinas y serotonina, entre otras hormonas asociadas al bienestar. Además, esta actitud risueña atrae la atención positiva del entorno.

2. Ábrete a nuevas experiencias

Antes que pagar por un producto, prioriza los procesos. Acude al teatro, al cine o a un evento cultural, por ejemplo. Esto propiciará los encuentros sociales y conocer nuevas personas. Si se trata de pasar las vacaciones, no elijas siempre el mismo lugar. Haz algo nuevo cada vez, como probar una comida diferente.

3. Abraza los cambios

Da la bienvenida a los cambios, pues todo cambia, es una ley constante de la vida. “Todo cambio es para mejor” puede ser una máxima que mantendrá tu actitud positiva. Recibe con brazos abiertos lo inesperado. Conviértete en un radar para detectar las oportunidades que puede traer consigo cada situación nueva. 

4. ¡Prioriza lo positivo!

Ten en mente constantemente las experiencias positivas, antes que las negativas. Mira el lado brillante de las cosas. No te regodees en tu supuesta mala fortuna, pues podrías crearte un sentido de identidad con ella. Si vas a hacer un comentario negativo, recuerda decir cinco cosas buenas, para equilibrar el impacto.

Con datos de: Richard Wiseman (‘how lucky are you?’ y ‘The luck factor’)