Hoy quiero hablarte de esa equivocada creencia que te hace pensar que la pareja es una meta que debes conquistar a toda costa.
Ese mandato social que te impulsa a ir en busca de tu realización personal como mujer a través de la conquista de una especie de lugar mágico, donde solo por llegar cambiará tu vida, transformándote en un ser pleno de felicidad. Una especie de nirvana donde instalarte a vivir tu vida, a partir del tradicional y equivocado concepto: “en pareja estoy, en pareja soy”.
Permíteme recordarte que esta creencia, tan ampliamente difundida en nuestra sociedad —a través de novelas y tradiciones—, es totalmente falsa.
La consolidación de una pareja no es en absoluto un punto de llegada, sino más bien, un nuevo punto de partida en tu vida, una vida que, si haces bien las cosas, estará siempre en continuo movimiento. Recuerda que el amor, como todo lo que está vivo, nunca permanece estático. Está permanentemente en crecimiento o muriendo, y es por esta razón que necesita siempre cuidado y alimento.
Cultivarlo en forma persistente te permitirá atravesar cada día el puente del presente al futuro, y hará que la pasión y el erotismo te enamoren una y otra vez de tu pareja.
Percibir la presencia del amor a través de sus manifestaciones, como la ternura, la tolerancia y la comprensión, te brindará una sensación profunda de conexión con el otro, a través de la intimidad emocional.
Todo esto y mucho más se desarrolla a partir de ese vínculo tan especial que es una relación de pareja.
Y para que todo lo mencionado tenga lugar, recuerda que debes ser capaz de llegar al momento del encuentro con aquel que será tu pareja en las condiciones más óptimas y necesarias, como una persona madura y autodependiente; de modo que ese vínculo te permita la creación de un espacio especial, donde compartir sus vidas.
Un espacio de igualdad, construido a partir de dos seres únicos, completos y felices, quienes desde una relación simétrica deciden compartir sus vidas para continuar su desarrollo con el crecimiento sinérgico que una pareja puede brindar.
Por esta razón la pareja es un punto de partida, un nuevo punto de partida en tu vida; esta vez para recorrer con ese compañero el camino de encuentro que el destino les puso por delante y deciden seguir juntos. Camino que puedes decidir recorrer o no, sobre la base de tu genuina libertad de elección.
Recuerda que a veces puedes estar con la persona correcta y recorrer el camino equivocado; y otras veces, puedes estar con la persona equivocada, tratando de recorrer el camino correcto.
Querida Mujer, deja que tu sabiduría emocional te marque el tiempo y el rumbo. Y cuando sientas que es el momento, arriésgate; ya que es la única manera de saber si el encuentro de almas ocurre, es decir si el verdadero amor aparece.
Ten en cuenta que la pareja es más una cuestión de encuentro que de búsqueda; y es más un asunto de sorpresa que de logro programado.
Y es además un tiempo, tanto de descubrir como de crear, cuyo punto de partida es la relación de pareja que decides comenzar.
Adelante Mujer,…¡tú lo vales !
Algunos consejos para tu camino compartido
- Toda relación necesita tiempo de maduración para conocerse y entregarse.
- El amor apenas nace, por tanto requiere del compromiso de cada uno para no morir sin florecer.
- En una relación sin diálogo, el puente hacia el amor se aleja cada vez más.
- Cuando dejas de explorar a tu compañero pensando que ya lo conoces, el amor se extingue.
- Para que la relación prospere, ambos deben descubrir juntos la particular manera que cada uno tiene de expresar el amor.
- Sin comunicar el amor, no hay vínculo trascendente.
- Promueve con tu pareja un conocimiento real, verdadero y profundo.
- Recuerda que el verdadero enemigo del amor es el miedo.
Rubén García
Coach personal-especialista en problemática de la mujer y de la pareja – www.superarse.net