Dónde dejaste las llaves o el celular? ¿Qué comiste ayer?  Son dudas que saltan y que en algunos casos preocupan, pero un equipo de investigación en Canadá da vuelta la tortilla porque el resultado de su estudio determina que olvidar detalles o asuntos pequeños podrían ser señales de gran inteligencia.

Blake Richards, investigador de la Universidad de Toronto, y Paul Frankland, científico principal de neurociencias y salud mental en el Hospital para Niños Enfermos SickKids, determinaron que ser más inteligente que el promedio es producto de poder observar, retener lo importante y olvidar lo secundario para tomar las decisiones realmente relevantes para la vida. El equipo de Frankland y Richards estudió durante mucho tiempo en qué consistía la memoria selectiva y el funcionamiento del cerebro, tanto en humanos como en animales.

La idea predominante en neurobiología cuando se trata de recuerdos ha sido siempre que recordar información es fundamental; pero según investigadores de la Universidad de Toronto y del Hospital SickKids, el papel de olvidar cierta información puede ser igual de importante.

“El objetivo real de la memoria es optimizar la toma de decisiones”, dice el profesor Blake Richards de la Universidad de Toronto en una nota publicada en el sitio de internet de Radio Canadá Internacional.

“Encontramos evidencia de investigaciones recientes de que existen mecanismos que promueven la pérdida de memoria, y que estos son distintos de aquellos involucrados en el almacenamiento de información”, dice el coautor, profesor Universidad de Toronto y científico del Hospital SickKids. Paul Frankland.

El botón de muestra de este estudio puede ser el Nobel de Física alemán naturalizado suizo y luego estadounidense, Albert Einstein.

Al recordar el día de su muerte —el 18 de abril— el sitio cubano juventudrebelde.cu hizo referencia el año pasado a la visita del científico a La Habana y entre las curiosidades resalta que “aunque conocía de memoria libros cargados de fórmulas y leyes, cuando se trataba de recordar cosas comunes su memoria se quedaba corta. Le costaba hasta recordar fechas de cumpleaños”.

La BBC resalta el “menosprecio” que tenía Einstein por la educación formal y destaca su recomendación de “nunca memorizar algo que puedas consultar”.

Con datos de: bioguia.com, rcinet.ca/es, juventudrebelde.cu y bbc mundo

A unque no hay una historia oficial sobre el origen de San Valentín, se dice que la celebración le debe su nombre a uno de los mártires romanos. Se empezó a hablar de él en el siglo III y era descrito como un sacerdote que casaba clandestinamente a parejas a las que el emperador Claudio les negaba la unión al considerar que los jóvenes solteros eran mejores soldados.

Fue el papa Gelasio quien introdujo la fiesta de San Valentín en el 498, para contrarrestar a la orgiástica fiesta romana de Lupercalia, que coincidía con la época. La celebración del santo de los enamorados fue retirada del calendario católico en 1969, pero la tradición no se perdió y, al contrario, con la globalización se extendió por casi todo el planeta. En varios países circulan corazones, chocolates y tarjetas para celebrar el amor.

Fuentes: forosdelavirgen.org y el punto.do

El amor también genera arquetipos y paradigmas, es por eso que algunos lugares en el mundo fueron testigos mudos de historias que evocan este sentimiento y los convierten en referentes de romance.

París, Venecia y Verona son solo tres de esos lugares que no dejan de cautivar a parejas que buscan el lugar ideal para expresar sus sentimientos o reafirmar los lazos que unen sus vidas.

Fuentes: diariodeunturista.com y losviajesdedomi.com