Ejercita los ‘NO’ del gimnasio
Etiqueta para entrenar
Si todavía no te ha tocado pasar por un gimnasio, por salud o por físico, tarde o temprano, todos llegamos a uno. El gimnasio es un lugar común al que acude todo tipo de personas; no es exclusivo de nadie, aquel que paga su membresía va a entrenar y algunos lo hacen de verdad. Por tanto, las reglas de etiqueta son tan importantes y válidas como en cualquier otro lugar público.
Aquí, algunos de los errores que NO debes cometer para no alejar a nadie de un gimnasio y para beneficio propio.
Ya seas principiante o avanzado en tus conocimientos y habilidades, en un gimnasio debe prevalecer el sentido común. ¡“Ejercita” toda cortesía!
- NO utilices más de un casillero. Un casillero para guardar tus pertenencias es suficiente; ni dos ni tres.
- NO hables, comas o trabajes. De por sí escuchar hablar en un espacio cerrado es molestoso; cuando se está agitado por el ejercicio, resulta desagradable. Guarda tus conversaciones en celular hasta después del entrenamiento. De más está mencionar que por ningún motivo este es un lugar para comer o trabajar.
- NO utilices leggins. Los leggins o calzas de gimnasia suelen ser transparentes y aunque cada club deportivo o gimnasio tendrá su propia reglamentación de lo que es permitido o no, ten siempre en mente que el espacio es compartido; por tanto, utiliza la ropa adecuada, elástica pero gruesa.
- NO enseñes tus músculos exageradamente en un espejo. No todos se sienten cómodos, especialmente los más gorditos.
- NO dejes tu barra de peso. No esperes que todos usen la misma cantidad de peso; retira tus barras para el turno de la próxima persona.
- NO interrumpas el tráfico. No te repantigues o te pongas a conversar con todo el mundo, interrumpiendo el tráfico normal. Sé considerado y no dificultes el paso por las máquinas. Si deseas conversar con alguien, hazlo en el vestíbulo.
- NO desparrames los aparatos. Deja las pesas, mancuernas, barras, discos, pelotas, bandas elásticas, etc., limpias, bien alineadas y en su lugar de origen. Tampoco olvides que alguien podría tropezar o lo que es peor, quedar lastimado al tropezar.
- NO hables demasiado. Durante los intervalos, no hables demasiado cuando otros están esperando para usar los equipos. En un recinto así, nadie está obligado a hablar o charlar con el de al lado ¡ni siquiera a saludar!
- NO acapares el uso de las máquinas. Comparte; la rotación es muy importante, especialmente en horas pico. Es recomendable un uso racional para no perjudicar a los que están esperando y puede provocar un verdadero disgusto. Si ves a alguien inmovilizado y necesitas una máquina, alerta al encargado, él resolverá la situación.
- NO muestres impaciencia. El mostrar inquietud, impaciencia y nerviosismo intimida al que todavía está haciendo algún ejercicio.
- NO dejes el sudor. Nada peor que levantar una pesa cuando está mojada. Cada vez que uses un equipo utiliza el spray desinfectante y su toallita.
- NO muestres excesivo entusiasmo. Evita las exclamaciones vocales exageradas, murmullos, ruidos, gritos o jadeos durante el entrenamiento.
- NO tomes una ducha larga. La ducha en un gimnasio es solo para quitarte el sudor, así que nada de duchas interminables. Si vas a secarte el cabello o utilizar el espejo, también ocupa un solo lugar. Y cúbrete, nadie tiene por qué mirar desnudos en los camerinos.
- Lo que SÍ debes hacer es ser positivo, cooperar con los demás y controlar tu temperamento.
Pilar Richardson es la Señora Etiqueta, autora de los libros:
‘Manual Práctico de Etiqueta y Protocolo’ y
‘Buenos Modales y Etiqueta Infantil’.