Una pareja con dos amores
El amor de tipo eros es totalmente pasional y te brinda la atracción y el deseo por el otro. Es mucho más que sexualidad, es todo aquello que te hace sentir excitación, deseo y atracción hacia alguien.
Cuando me preguntan acerca de cómo ser feliz en la vida de pareja, siempre respondo que es condición necesaria que sus integrantes sean personas emocionalmente sanas; y que, además, tengan dos amores en paralelo:
Un amor erótico, apasionado… y otro amor comprensivo, de tipo filial.
Pero atención, que no me refiero a que tengas un amante fuera de tu pareja, sino todo lo contrario: a que vivas ambos amores en ella.
Querida amiga, te aseguro que llevar adelante estos dos amores hará que tu vida de pareja sea una experiencia siempre gratificante; así que veamos algo acerca de ellos.
El amor de tipo eros es totalmente pasional y te brinda la atracción y el deseo por el otro. Es mucho más que sexualidad, es todo aquello que te hace sentir excitación, deseo y atracción hacia alguien.
Por otro lado, el amor filial es aquel que une, que cuida, que comprende, que escucha y perdona; y que es capaz de dialogar, para consolidar en tu pareja ese espacio tan especial… ese espacio llamado “nosotros”, que tiene como fundamento el amor y el respeto.
Es decir, mientras el amor erótico te atrae, el amor filial es el que te mantiene unida a tu pareja; mientras el amor erótico te brinda la ansiedad del ingrediente pasional, el amor filial te brinda paz y tranquilidad.
Como puedes ver, son complementarios; por eso, para que todo funcione en armonía, es muy importante y necesario que seas capaz de cuidar y de llevar adelante simultáneamente ambos tipos de amores.
Como consejo, te digo que nunca permitas un desequilibrio de uno en favor del otro.
Si solo vives un amor de tipo erótico, nunca podrás consolidar una familia, ya que esto significa estar en una eterna conquista, lo cual puede ser asfixiante.
Mientras que si solamente vives un amor de tipo filial, tu relación entrará en crisis, debido a la deserotización del vínculo.
A veces, las parejas no prestan la debida atención a este aspecto y van perdiendo la pasión, la cual van sustituyendo, a modo de compensación, por un cuidado típico del amor filial y dejan de desearse.
En algunos casos, cuando nace su primer hijo, la mujer experimenta un crecimiento del amor filial; y equivocadamente sustituye el amor erótico hacia su pareja por aquel otro tipo.
A partir de ese momento comienza a maternalizar a todos y se olvida de su rol de mujer. Incluso, puede llegar a tratar y cuidar a su pareja como si se tratara de un hijo más y, de esta manera, lo deserotiza.
Entonces se da una situación muy destructiva para el vínculo; ya que el varón pierde el interés en intimar con esa mujer que lo trata así y a quien comienza a ver como a su mamá.
Querida mujer, transformar a tu pareja en tu hijo hace que se pierda el erotismo, lo cual conlleva implícito el peligro de que comience a buscar afuera lo que no tiene contigo.
Caer en este tipo de actitud es, lamentablemente, bastante común y provoca problemas de pareja, a partir de la vivencia de una equivocada relación, incompleta y mediocre.
Por eso, te insto a que medites seriamente acerca de tu pareja y de tus dos amores, para que vivas una relación inteligente y satisfactoria.
Adelante mujer… ¡Tú lo vales!
Rubén García
Coach personal-especialista en problemática
de la mujer y de la pareja – www.superarse.net