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María Antonieta Gómez: ‘Mi esposo dejó su carrera para seguir la mía’

— ¿Cómo empezó su carrera artística?

— Empecé como actriz a los seis años: hice cine, teatro… posteriormente hice televisión.

— ¿Cómo conoció a Roberto Gómez Bolaños (creador de El Chavo del 8)?

— El director de la serie El cordero y el oso (donde ella actuaba como la secretaria) me presentó a Roberto Gómez Bolaños, que hacía comedia y yo decía: ‘…qué tengo que ver con comedia, si yo ya tengo varios premios como actriz dramática infantil’ y, la verdad, a mí no me gustaba la comedia. Entonces, a este señor se le acababa de ir la chica que estaba con él en el programa Sábado de la fortuna… él necesitaba una muchacha chiquita y bonita como yo (ríe).

— ¿Cómo se animó a pasar de ser una actriz dramática a una actriz de comedia?

— Le dije a Roberto ‘gracias’, pero que no quería trabajar con él, que lo admiraba mucho pero que no iba a servir, porque yo era teledramática. Y me dijo: ‘Ay, qué lástima, me dijeron que eras buena actriz’. Le dije: ‘Momento, creo ser buena actriz’. Entonces él dijo: ‘Si solo sabes hacer drama y no puedes hacer comedia, entonces no eres buena actriz, porque los buenos actores y actrices bailan, cantan, hacen comedia, hacen drama y de todo’. Y dije: ‘Muy bien, si me enseñas a hacer comedia…, porque yo no sé’.

— ¿Cuándo debutó como actriz de comedia?

— El sábado de la semana que acepté trabajar con Chespirito debuté con él en vivo… en cuanto empecé a contar los chistes que tenía que hacer, la gente se rió y me enamoré de la comedia. En cuanto oí las risas del público, las mariposas no me dejaron de volar en el estómago y hasta ahora puedo sentir lo mismo. 

— ¿Cómo nace Chilindrina?

— Ella nace gracias a programas anteriores que no eran ni El Chavo ni El Chapulín, sino por un programa de Chespirito… La caracterización la hice yo y, bueno, le pusieron cualquier nombre que no recuerdo… a los tres años… me dijo: ‘Te llamarás Chilindrina, porque tienes pecas. En México hay un pan que tiene azúcar y se forma como pecas… debuté como la Chilindrina en el programa El Chavo del Ocho en 1971.

— ¿Usted formó la personalidad de la Chilindrina? ¿Considera que ella es una niña poderosa?

— Sí, yo formé la personalidad de la Chilindrina y la formé como una niña poderosa, porque es lista y desenfrenada, entonces es la niña poderosa de la vecindad.

— ¿Cómo se considera María Antonieta como mamá y abuela? ¿Estricta o permisiva?

— Como mamá, no pude ser muy estricta porque estaba poco tiempo en mi casa. Porque si hubiera sido una madre estricta no sería la mamá, sino la bruja del cuento (risas); es muy difícil ser madre y actriz al mismo tiempo… como abuela trato de ser de la misma manera.

— ¿Cómo conoció a su esposo Gabriel Fernández? ¿La apoyó él como actriz?

— Mi esposo era el locutor del programa Vida y una de las principales figuras de México, por eso Chespirito lo llamó para trabajar con nosotros, es ahí donde lo conocí. Y bueno, a veces lo metían en la escuelita del Chavo, le decían El Tocho. Él llegó a trabajar en El Chapulín Colorado… ya estábamos casados y él dejó su carrera para seguir la mía, por eso y más le agradezco, es un hombre maravilloso… nuestro amor es de esos amores que ya no hay.

— ¿El personaje de la Chilindrina creció emocionalmente?

— Mira, ahora me ven como la abuela, pero a mí me encantan los grillos, me encantan las lentejuelas, aún estoy bastante loca…

— ¿Qué proyectos tiene?

— Por mí, diría que me quedo 20 años más con la Chilindrina, pero mi esposo estuvo muy grave de salud… Dejé de trabajar cuatro meses. Él es la única persona por la cual dejaría todo. Esta será mi primera gira después de ese tiempo… entonces imagínate qué feliz me siento y empiezo mi nueva carrera con ustedes.

— ¿Qué recuerda de Bolivia?

— La comida, porque comí muy rico allá y la gente era muy linda… Los recuerdo con mucho cariño y siempre los recuerdos bonitos se quedan en el alma, entonces los llevo en el alma, yo soy una boliviana más.

Perfil

María Antonieta Gómez Rodríguez nació el 22 de diciembre de 1950 en Ciudad de México.

El personaje de la Chilindrina apareció por primera vez en 1971. Su última participación fue en 1992. En 1971, María Antonieta se casó con Gabriel Fernández, con quien tuvo dos hijos: Verónica (que adoptó de su esposo) y Gabriel. En 2015, publicó el libro de su vida actoral Había una vez una niña en una vecindad. Cantó en discos de cuentos, como Eddie Eddie, de Armando Manzanero.