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¡Feliz Domingo de Pascua!

La Pascua de Resurrección o Domingo de Pascua es la festividad más antigua e importante de las iglesias que siguen a Cristo. Es celebrada entre el 21 de marzo y el 25 de abril, de acuerdo con el calendario lunar. Este año cae el 21 de abril.

Según sus costumbres y tradiciones, cada pueblo, cada hogar, disfruta de esta celebración en la que la religión juega un papel importante, aunque para el que no es creyente también es significativo ya que es un día especial para conectarse con familiares y amigos, tal como se lo hace en Navidad u otros días festivos.

En Bolivia ya son años que las familias acostumbran regalar huevos de chocolate, en especial a los niños, y otras adquieren la tradición —enraizada en otros países— de organizar una reunión. Pues bien, ya sea que se planee un encuentro en casa o sean invitados, no está demás repasar algunos consejos para sentirse preparados y disfrutar del día.

Padres, expliquen a los niños que el conejo de Pascua es como Papá Noel: o sea no es más que un símbolo, una figura “folklórica” que representa al conejo que trae huevos, pero que lo importante de la Pascua es la reflexión —los cristianos conmemoran la resurrección de Jesús—, que nos trae una ¡nueva vida y un nuevo comienzo! ¡Feliz Domingo de Pascua!

Anfitriones e invitados en la Pascua

• Es deber de un anfitrión dirigir toda situación con naturalidad.

Menú: pregunta sobre dietas o alergias, puede que no todos coman el ¡delicioso caldillo de camarones!

Decoración: no es necesario decorar la casa como en Navidad, mas todas las áreas deben lucir impecables.

Socializa: que el menú no los atrape en la cocina, es mejor socializar, circular, presentar y asegurarse de que la fiesta se lleve en paz.

Puntuales: los invitados deben llegar a tiempo.

Cortesía: no olviden llevar un pequeño regalo, chocolates, una vela perfumada o una canastita casera con flores y huevitos decorados. No está bien llevar regalos fuera de circunstancia.

Vestimenta: tanto invitados como anfitriones, a lucir una vestimenta adecuada en la que impere el respeto. Mi sugerencia es vestir tonos claros, por ser un día festivo y un poquitín mejor que un día normal.

Niños, ¡bienvenidos!

• Son los que más disfrutan. Seguramente cada familia, durante todo el tiempo pascual, ha realizado actividades como pintar y decorar huevos, hacer galletas u otra divertida manualidad. Pero, niños, ¿dónde están los huevos de chocolate? ¡A salir corriendo y recoger todos los huevos posibles! Los tradicionales huevitos de Pascua son parte integral de esta celebración. Son muchos los países donde no solo los hierven y pintan, sino que los negocios se vuelven locos fabricando huevos de chocolate. Padres, asegúrense de que cada niño reciba la misma cantidad. Niños, ¡a no reventar huevos como si fueran globos!

La comida pascual

• Que las mesas estén llenas de flores frescas, magníficos candelabros, conejitos pascueros y ¡que el menú venga del corazón! Si durante toda la cuaresma y, por supuesto, la Semana Santa, el pescado y los frutos de mar hubieran protagonizado el menú, que el Domingo de Pascua tenga variedad: desde carnes o pastas, hasta la tradicional pierna de cordero asada. Lo que no puede faltar son variedad de galletas, panecillos y roscas dulces y, por supuesto, el chocolate, presente en cada mesa. En caso de elegir un bufet en jardines, adecuar los alimentos para los niños, que sean variados y no los mismos que disfrutan los adultos.

Las costumbres

•Cada hogar tiene sus propias costumbres y rituales y si vamos a compartir juntos, religiosos y no religiosos, que prime el respeto para evitar ofensas innecesarias. Si la familia comparte su fe rezando en la mesa o bendiciéndola y alguien no es religioso, será suficiente con agachar la cabeza, es un buen signo de humildad.

Esperar lo inesperado

•Un buen anfitrión sabe perfectamente que accidentes en la mesa o pequeños contratiempos pueden ocurrir; si así sucediera, debe asistir a sus invitados de inmediato con total cortesía, llevando esta frase del mágico pintor Bob Ross consigo: “No es un error, solo un accidente feliz”.

Los modales en la mesa

•Los buenos modales son expresiones extremas de bondad ¡perfectas para este día de júbilo! Cortesía en todo momento, a no olvidar las “gracias” y “por favor”, que nada borre una cálida sonrisa, agradecer dulcemente —mejor si es en forma escrita— y llevar una buena conversación que excluya la religión, para qué desgastarse cuando existen infinidad de temas, ¡que no se trata de convertir a nadie! Padres, expliquen a los niños que el conejito de Pascua es como Papá Noel, no es más que un símbolo, una figura “folklórica” que representa al conejo que trae huevos de Pascua, que lo importante de la Pascua es la reflexión, que la Pascua nos trae ¡nueva vida y un nuevo comienzo!

Pilar Richardson, es la Señora Etiqueta, autora de los libros: ‘Manual Práctico

de Etiqueta y Protocolo’ y ‘Buenos Modales y Etiqueta Infantil’.