Aqué nos referimos cuando hablamos de masculinidades? Esta es una de las interrogantes que surgió en la charla Transformando masculinidades, que Gary Barker, fundador de Promundo y MenCare, brindó en la Universidad Privada Boliviana (UPB) en marzo.
En el diccionario de la Real Academia Española se define masculinidad como la naturaleza o características que distinguen al varón.
Se habla de masculinidades en plural porque —culturalmente hablando— cada grupo humano tiene ciertas expectativas y normas implícitas sobre lo que significa ser hombre. Por eso se dice que hay tantas masculinidades como culturas.
La masculinidad ha estado, sin embargo, condicionada en todos los casos por el heteropatriarcado (sistema sociopolítico en el que el género masculino y la heterosexualidad tienen supremacía sobre otros géneros y sobre otras orientaciones sexuales, según la definición de la Fundéu BBVA).
Características como el ser fuerte, poco emocional, proveedor, conquistador y la homofobia han sido tradicionalmente valoradas y esperadas de un varón. Sin embargo, a partir de las teorías feministas, se reconoce que el género (masculino y femenino) es socialmente construido y que, como tal, puede deconstruirse y transformarse. Por lo tanto, las masculinidades tradicionalmente machistas —esto es tóxicas— están siendo cuestionadas, con miras a construir sociedades más humanas, en las que prevalezca la equidad de género.
En noviembre de 2016, Barker y su equipo hicieron una encuesta en México, Estados Unidos e Inglaterra. “Pensábamos que tal vez íbamos a encontrar que la generación joven estaba más allá de esas ideas antiguas de masculinidad: 72% nos decían que escuchaban de sus papás o profesores o sus pares que hay una forma verdadera de ser hombre, que hay algo como una masculinidad esencial, verdadera o pura y generalmente bastante negativa”.
La buena noticia es que “estamos conversando más sobre masculinidades, y uno de los grandes motivos es el movimiento #MeToo (Yo También)… hombres con poder que antes pensaban que eran incuestionables, están siendo cuestionados… Ya empieza a cambiar parte del discurso”.
Barker también cree que “las mujeres tienen actitudes casi tan machistas como los hombres”. Por eso, “es importante trabajar en colaboración (hombres y mujeres) para romper y cambiar ideas sobre masculinidades, pues somos productores y consumidores de ideas sobre el mundo. Los hombres no lo vamos a hacer solos, es un trabajo colectivo”, reta el especialista.