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Carola Rackete, una capitana del siglo XXI

Carola Rackete (31) es una capitana de barco con agallas. El 29 de junio se cansó de esperar 17 días en vano por un permiso para atracar en Lampedusa (Italia). A bordo del navío de su ONG, el Sea Watch, llevaba a 40 migrantes rescatados de morir ahogados que nadie quería.

La situación a bordo era desesperada. Decidida, obligó a apartarse a una lancha de la policía italiana, encargada de impedirle que se acercara al muelle. La capitana sabía que estaba arriesgándose a ir a la cárcel. Cuando desembarcó, fue arrestada. El ultraderechista ministro italiano del Interior, Matteo Salvini, la acusó de haber cometido “un acto de guerra” y la describió como a una “mujer rica y blanca”.

“Mi vida ha sido fácil, he podido frecuentar tres universidades, me gradué con 23 años. Soy blanca, alemana, nacida en un país rico y con el pasaporte correcto.

Cuando me di cuenta, sentí la obligación moral de ayudar a quien no tenía las mismas oportunidades que yo”, contó Rackete al diario La República. Su padre recordó al diario Il Corriere della Sera que esa sensibilidad social se despertó muy joven cuando recorrió toda Sudamérica haciendo dedo y conoció las injusticias y desigualdades que azotan la región.

Las autoridades alemanas exigieron a Italia la liberación de la capitana, un enfrentamiento que tensiona las relaciones diplomáticas entre los dos países por la política migratoria de Europa. “Nos oponemos a la criminalización del rescate marítimo”, dijo el jefe de la diplomacia alemana. “Salvar vidas es una obligación humanitaria”, afirmó.

Rackete fue liberada pero aún enfrenta dos investigaciones en su contra: por resistencia a un oficial y por ayuda a la inmigración clandestina. Ella es un símbolo de la defensa de los migrantes que huyen en barcazas por el Mediterráneo.

Fuente: AFP