Gervasio Larrivey: ‘Una mujer segura no necesita máscara’
De imponente presencia, afable y sencillo, conversó con Mía sobre su experiencia representando a Latinoamérica, su pasión por la enseñanza y el poder del maquillaje para levantar vidas.
El maquillista argentino Gervasio Larrivey estuvo hace un mes en Santa Cruz y La Paz, dictando el curso Colorimetría aplicada al maquillaje, organizado por Fernando y Cinthy Quiñovel. De imponente presencia, afable y sencillo, conversó con Mía sobre su experiencia representando a Latinoamérica, su pasión por la enseñanza y el poder del maquillaje para levantar vidas.
— ¿Es la primera vez que se encuentra en Bolivia?
— Sí y estoy muy emocionado. He recorrido otras partes de Latinoamérica: Chile, Uruguay, Brasil y Paraguay con este curso y nunca había llegado a Bolivia. Era una vergüenza, así que estoy muy contento de estar por primera vez acá.
— ¿Qué expectativas tenía?
— Tengo muchas alumnas bolivianas que se han capacitado conmigo en Argentina, tanto en Kryolan, como en mi estudio personal, en Palermo (capital federal). Entonces, me contaban muchas cosas de la mujer boliviana: que dependía de la región para ver cuánto se maquillaban y siempre he escuchado el tema de las bailarinas de folklore, que se animan al color y se juegan con todo. A mí me pasa que —a diferencia de otros artistas que miran más hacia Europa o hacia Estados Unidos— yo creo que la inspiración y la mirada que debemos tener los latinoamericanos es Latinoamérica, porque tenemos todos los colores, texturas y paisajes que podamos imaginar.
— Es decir, que resalta del maquillaje latinoamericano el color…
— Totalmente. Yo voy a defender siempre el maquillaje latinoamericano. En 2010 tuve la suerte de que Kryolan me eligiera como representante latinoamericano para el Global Face Art de 2011 y para mí fue un tremendo honor llevar los colores de Latinoamérica y exponerlos al mundo en un evento que se realizó en Estambul, donde eligieron a 10 maquilladores de todo el mundo. Fue muy fuerte esto de tener que mostrar y resumir en un solo rostro todos los colores de mi continente y eso fue fundamental.
— ¿Por qué se caracteriza su estilo de maquillaje?
— Comencé estudiando pintura a los siete años de edad. Cuando terminé el colegio secundario me fui a la Universidad Nacional de la Plata a estudiar la carrera de Bellas Artes y, terminándola, me enteré de que en el (Teatro) Colón se estudiaba la carrera de Caracterización Teatral. Ahí fue donde comenzó mi romance con el maquillaje. Entonces, tengo una concepción del maquillaje basada en el estudio de la anatomía, en el dibujo, en el manejo de las líneas y en el entendimiento del color.
— En cuanto al color ¿recomienda combinar el maquillaje con la ropa?
— En los 80’s sí se combinaba ropa con maquillaje. En los 90’s fue mucho más neutro. En el 2000 se empezó a jugar con las texturas y ahora están todas fascinadas con estos maquillajes tipo Kim Kardashian: demasiado esculpidos y trabajados en cuanto al manejo de contornos. Y yo entiendo que no hace falta hacer tanto cuando la piel está linda. Cuando la mujer es segura de sí misma no necesita ponerse una máscara, tiene que resaltar nada más, no querer potenciar disimulando.
— ¿Qué otro tipo de maquillaje se está poniendo de moda?
— Ahora están muy animadas con los pigmentos refractantes: colores que cambian cuando la persona se mueve, lo que antes llamaban tornasoles, ahora le dicen dúo-cromo o multi-cromo, porque el maquillaje también se adapta a las nuevas tecnologías que están generando nuevos productos que son increíbles.
— ¿Qué implementos no pueden faltar en un maquillaje?
— Lo primero es una buena piel, así el maquillaje se va lucir mucho más. Todos deberíamos usar protector solar: es la mejor crema antiage del mundo. Pero como productos básicos, lo que no puede faltar es una base del mismo tono de la piel, un corrector, máscara de pestañas y polvo bronceante o un rubor, para dar un poco de color, y un brillo de labios o un labial. Con esas cositas, nada más, podemos ya hacer un cambio total en nuestra apariencia.
— Cuenta que en Argentina tuvo muchas alumnas bolivianas, ¿está más dedicado a la docencia?
— Mi pasión en este momento es la docencia y hace un par de años descubrí un nuevo concepto: el de la belleza terapéutica.
— ¿En qué consiste?
— En trabajar con pacientes oncológicas (que atraviesan cuadros de cáncer) y con mujeres que sufren de patologías de piel, como por ejemplo vitíligo, angiomas y rosáceas.
— ¿Cómo les puede mejorarles la vida el maquillaje?
— El maquillaje está considerado como algo superficial. No. En el terapéutico puedes lograr, a través del maquillaje, que una persona que no se ve bien, luzca bien y se sienta mejor…. no hay nada mejor que ver la reacción de una persona que se ve frente al espejo y eso la haga llorar…
— ¿Le ha pasado muchas veces?
— Sí, muchas veces por suerte y he llorado también mucho. Me ha pasado con una prima mía que tiene vitíligo. Al terminar de maquillarla, va a verse y se larga a llorar y yo, así como pensando que la había arruinado y, en realidad estaba llorando de felicidad. Entonces tiene que ver mucho con eso y tuve la suerte hace poco de participar de una charla TED…
— ¿Usted la dio?
— Sí, yo la di, donde justamente hablé de eso, del poder del maquillaje. Creo que el título va ser: Cambiar lo superficial para cambiar lo profundo.
— Finalmente, para animarnos a que nos maquillemos mejor ¿qué nos recomendaría?
— Recuerden siempre que si quieren lucir lindas, tampoco tienen que disfrazarse o ponerse una careta, no, lo que tienen que hacer es realzar la belleza natural. Las mujeres bolivianas tienen unos pómulos… ¡que no puedo creer! O sea, la altura de esos pómulos… y un color de piel maravilloso, absolutamente cálido y tienen que realzar eso. Trabajar con bronces, con iluminadores dorados, con todo lo que realce la pigmentación natural de la piel.
Perfil
Gervasio Antonio Larrivey nació el 27 de diciembre de 1975 en Gualeguaychú, en la provincia Entre Ríos (Argentina).
Estudió en la Facultad de Bellas Artes la carrera de Escenografía Teatral, en la Universidad Nacional de la Plata, En el Teatro Colón cursó la carrera de Caracterización Teatral. Como maquillador es autodidacta.
Está casado con Gastón Sempé.
Instagram: Estudio GervasioLarrivey.