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Ojo con la depresión canina

Si tu perro no quiere comer, camina con la cabeza agachada, está triste y no juega, puede estar sufriendo depresión. Si el problema es crónico (si persiste por más de un mes) o se presenta en cachorros, puede llevarlo a la muerte.

Freddy Verástegui, presidente del Colegio Médico de Veterinarios de La Paz, dice que, al igual que los seres humanos, los mimados también se deprimen y por causas muy similares a las que aquejan a las personas.  “Se trata de una alteración psicológica que sufre el can, que puede ser severa, por largo tiempo, o leve”, explica.

Por lo general, el problema se presenta cuando una persona cercana al animal —puede ser su amo— muere o se aleja de manera repentina. “Esta situación emocional los lleva a un amartelo. Se conocen casos de decesos de canes por la conexión muy estrecha que había con la persona querida”, indica.

Otra causa es el maltrato físico, que afecta, sobre todo, a los cachorros. Al no tener cariño sus defensas bajan, se sienten tristes y dejan de comer. También son causas de la depresión canina, el cambio de domicilio, la llegada de un bebé a la familia o pasar por un desastre natural. En este último caso, el problema puede ser leve o temporal, porque, en su mayoría, van a parar a albergues, donde se consuelan en compañía de otros perros.

Si su mascota está pasando por esta etapa, la mejor terapia es darle mucho cariño, sacarla a pasear, jugar con ella o buscarle nuevos amigos (canes) para que se entretenga, recomienda el especialista. Es importante que un veterinario la examine para descartar alguna enfermedad que le afecte, sobre todo, en su estado anímico.

A escala mundial, la depresión canina es un problema latente. Según el portal del diario Clarín, en casos extremos, los animales llegan a automutilarse, sufren ansiedad y lloran, entre otros síntomas. Se les debe suministrar antidepresivos, pero estos fármacos son recetados solo por expertos.

Fuente: Extra