“Desde mi bisabuela éste —que es un pastel al horno— se denominaba así: ¨sopa de pan¨ y, desde que tengo uso de conciencia, recuerdo que mi amada madre se daba a la labor de cocinar entre 12 y 14 platos en Jueves y Viernes Santo”, recuerda Sibah.
Esta receta reservada para estos dos días de la semana santa solamente necesita algunas verduras, leche y, por supuesto, pan. Ah, y mucha cebolla, recomienda Betty, la progenitora de la artista.
“Mi mamá es una mujer amorosa, generosa y amada por quien la conoce. Una de sus formas de demostrar y dar cariño siempre ha estado ligada a ofrecerte algo de su sazón culinario. Cuando le conté que daría la receta, me dijo: ‘¡insiste en que hay que poner mucha cebolla!’ Y que el sabor original se logra con el pan tipo chamillo, esos grandes de Cochabamba”.
Sibah dice que trata de no perderse casi nunca una semana santa junto a ella, pero que dadas las circunstancias de la cuarentena —que en Bolivia ya lleva dos semanas — ayer preparó este plato bajo su guía telefónica.
“Ella se sabe de memoria estas recetas, por eso ni necesita escribirlas. Yo no tengo esta receta escrita, así que las cantidades las trataré de estimar, pues ella me dice: ‘a ojo, hijita, vas a darte cuenta clarito’ y yo, abriendo los ojos, deseando entender lo que sus papilas me tratan de decir. Confío en sus indicaciones y empiezo a buscar en mis manos el sabor de las suyas”.
SOPA DE PAN
De seis a ocho porciones
(Alistar una fuente de unos 35 centímetros aproximadamente)
PARTE A
- 3 cebollas blancas medianas o 2 grandes cortadas tipo juliana (cortes alargados y siguiendo las mismas líneas de la cebolla).
- 2 a 3 dientes de ajo picados en cuadrados pequeñitos.
Freír en aceite la cebolla y el ajo, hasta que se vean las cebollas doradas.
PARTE B
Mientras tanto, picar:
- 3 tomates
- 1 amarro pequeño de perejil
- unas cuantas hojas de apio
- un poco de cilantro
- 1 pimentón
Agregar:
- ½ cucharilla de comino
- ¼ cucharilla de pimienta
- sal a gusto
A la cebolla dorada agregar toda la parte B y cuando todo esté retostado, apagar.
En la fuente, ponerle una base leve de aceite para que no se pegue nada.
PARTE C
Poner leche en un recipiente hondo (para poder remojar el pan)
Partir unos 12 panes chamillos a la mitad
Cortar láminas de queso
Batir 2 huevos
En la fuente, colocar el pan previamente remojado en la leche, hasta cubrir la fuente. Encima poner todo el ahogado preparado. Sobre éste, colocar el queso laminado y un poco del huevo batido. Colocar otra capa de pan nuevamente remojado en leche y repetir: queso, y huevo encima. De preferencia, dejar un poco del ahogado para poner un poco encima de todo, y ¡listo, al horno! hasta que el queso derretido y el pan, ligeramente dorado.
¡Buen provecho!