Los ojos también sonríen; mantén tu actitud detrás del barbijo
Distanciamiento físico no es lo mismo que distanciamiento social. Podemos seguir teniendo buena actitud y amabilidad cuando interactuamos con otras personas.
Las mascarillas o barbijos se han convertido en un accesorio y hasta una marca. Hasta podría definir a la mascarilla como el “Accesorio del Año 2020”. Si bien su uso no reemplaza lavarse las manos, nuestras vidas pueden depender de ésta.
Pero, ¿podremos confiar al saludar a alguien si solo se le ven sus ojos? Que no les incomode, mientras utilicemos una ligera reverencia o una sonrisa con los ojos será suficiente… ¡Los ojos también sonríen!
Que nuestra sonrisa frente a esta pandemia sea la de la BUENA ACTITUD y AMABILIDAD (en mayúsculas), la que todos debemos mostrar y tener; que no se pierda esa actitud de empatía y respeto frente a otros.
Es ahora que tenemos la oportunidad de que todo esto que nos está tocando vivir nos conduzca a ser más compasivos y tolerantes de otros porque la etiqueta es eso: vivir con respeto por los demás y pensar en ellos antes que en uno mismo. El ser compasivo no solo es una virtud, sino una señal de buena educación.
Una sonrisa ayuda a ser amable. Regala siempre una sonrisa, que sea natural, no forzada ni fingida, que sea sincera y muy valiosa. ¡Una sonrisa es la luz del rostro!
Sociales a la distancia
Tal vez, de manera equivocada, tratando de evitar la propagación de un virus altamente contagioso, se ha venido utilizando el término “distanciamiento social”. Mayormente, es una expresión para contactos de carácter formal: relaciones de trabajo, negocios o fiestas sociales como el apretón de manos, por ejemplo.
Lo que realmente se quiere significar es mantener la “distancia física” entre las personas, que no siempre es distanciamiento social.
Los humanos por naturaleza, socializamos, necesitamos estar en contacto, estar socialmente cerca con la mente y el corazón, alimentando la conexión humana.
El distanciamiento físico no siempre equivale a distanciamiento social. Nuestras acciones, pensamientos, risas y sonrisas no se detienen a la directriz de mantener los dos metros de distancia, pero debemos ser socialmente responsables.
¡Mantengan la distancia física, pero manténganse socialmente cerca!
Opciones de saludo a reconsiderar
Ya sabemos que, por ahora, la larga tradición del el apretón de manos y/o el beso en la mejilla están fuera. En artículos pasados ofrecimos alternativas de saludo, sin embargo existen algunas que vale la pena reconsiderar:
- El golpe de puños, pues se siguen tocando las manos.
- El golpe de codos, pues las personas estornudan y tosen en esa área.
Entre las mejores alternativas, están:
- El “Námaste”, saludo tradicional de la India, (las palmas juntas como si se estuviera rezando), que significa “Hola” y “Adiós” con una ligera reverencia.
- Un gesto de palma abierta, especialmente si se saluda a varias personas.
- Colocar la mano en el corazón, es un saludo muy gentil.
Si alguien se te acerca demasiado
Si se encuentran en la situación en la fila de un supermercado o una farmacia, está perfectamente permitido pedirle a la persona detrás, de forma muy cortés, que retroceda si se acerca demasiado. Solo necesitan actuar con amabilidad y mucha calma. Por ejemplo: “Estoy tratando de mantener distancia, ¿me permites?, gracias.”
Cabe aclarar que no son “nuevos comportamientos”, no es que los “modales” que tanto inculcamos, hayan sido revocados. La etiqueta, por su naturaleza, se adapta a las épocas, a las crisis y a las situaciones, pero siempre está basada en el respeto y la consideración.
Como todos, esperamos que esta pandemia sea razonablemente contenida. Nuestro buen comportamiento puede salvar vidas.
Tengan siempre en mente: ¡Las actitudes son contagiosas!