La asistencia del presidente de Honduras, Porfirio Lobo, no reconocido por buena parte de los gobiernos latinoamericanos, a la cumbre Unión Europea-América Latina, se ha convertido en un serio problema diplomático para la presidencia española.

Entre los países que siguen considerando ilegítimas las elecciones celebradas el pasado mes de noviembre en Honduras están no sólo Venezuela, Ecuador y Bolivia, sino los dos «grandes» del área, Brasil y México, sin cuya presencia la Cumbre no tendría sentido.

Ha sido precisamente uno de los principales asesores del brasileño Lula da Silva, Marco Aurelio, quien indicó, en Sao Paulo, que si Lobo asiste a la Cumbre «al menos 10 presidentes latinoamericanos» dejarán de ir, lo que convertiría la reunión UE-América Latina en un fracaso diplomático y colocaría a la presidencia de turno de la UE en una posición muy incómoda.

España, que retiró inicialmente su embajador en Tegucigalpa, como el resto de los países de la UE, reanudó sus relaciones después de las elecciones que llevaron al poder a Lobo, al igual que los restantes países de la Unión. En los últimos días, el secretario de Estado para Iberoamérica, Juan Pablo de Laiglesia, ha visitado varios países de la zona, incluido Honduras.

García consideró que la invitación formulada por el Gobierno español en nombre de la UE a Porfirio Lobo fue «un resbalón» de un funcionario «poco atento», según recoge la agencia EFE. La misma idea transmitió el presidente de Ecuador, Rafael Correa, en la Cumbre de Unasur, celebrada el martes cerca de Buenos Aires.

En Bolivia, el presidente Evo Morales reiteró ayer que no asistirá a la Cumbre prevista se realice en Madrid entre el 17 y 18 de mayo si España mantiene la invitación cursada a Lobo.
Similar posición, según las agencias de noticias, fueron expresadas por los presidentes de Venezuela Hugo Chávez y de Ecuador Rafael Correa.

Según la agencia EFE, Morales agregó que a Europa se conoce «como el continente más democrático, como uno de los países que impulsan las democracias desde hace siglos y, por tanto, no pueden «reconocer a un señor Lobo que viene de la dictadura».

Añadió que espera que el actual presidente de turno de la UE, el jefe del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, «haga llegar buenas noticias para que todos podamos participar en esta Cumbre» y calificó de «fuerte» y «digna» la posición de Brasil.

Lobo no irá si hay problemas

El presidente de Honduras, Porfirio Lobo, dijo ayer que si hay problema en que él asista a la Cumbre América Latina y el Caribe-Unión Europea (ALC-UE), prevista para el 17 y 18 de mayo en Madrid, está dispuesto a no asistir.

«Lo dejamos a consideración de España. No vamos a ser ningún elemento que genere algunos conflictos, no hay necesidad de eso, estamos para hacer lo que nos indiquen que hagamos, que prudentemente permita que en lugar de conflictos se genere armonía en estos eventos, así que si hay problema no vamos», expresó Lobo.

«Habrá su tiempo en que vamos a ir tranquilos a eso», enfatizó Lobo en rueda de prensa tras una reunión con su homólogo de Guatemala, Álvaro Colom, quien llegó hoy a Tegucigalpa para hablar con el gobernante hondureño sobre el reingreso de Honduras al Sistema de la Integración Centroamericana (Sica), entre otros asuntos.

El gobernante resaltó que agradece a España y valora mucho que su Gobierno le invite a una Cumbre.