Miles de indígenas argentinos culminaron ayer, en Buenos Aires, una movilización para reclamar un Estado «pluricultural» y denunciar el «olvido» que sufren sus comunidades, en vísperas del Bicentenario de la revolución de la independencia.

La movilización comenzó hace ocho días en el interior y se ha ido nutriendo con miembros de comunidades originarias y organizaciones de derechos humanos hasta formar una columna de más de 15.000 personas que colapsó el centro de la capital argentina en reclamo de una «reparación histórica».

La falta de agua, la desnutrición, la propagación de enfermedades y la expropiación de terrenos delinea una ecuación explosiva que refleja las condiciones que sufren los pueblos indígenas, que no ha variado significativamente en estos 200 años.

«Venimos a denunciar los atropellos y abusos de los gobiernos, no reconocen los derechos de los indígenas, queremos que  la sociedad sepa lo que están sufriendo los pueblos originarios. Pedimos que nos dejen desarrollarnos libremente y crecer, respetando nuestros derechos», dijo  a EFE Flavio Manque, cacique mapuche.

Para Adolfo Pérez Esquivel, Nobel de la Paz 1980, ésta es la movilización más importante de las realizadas hasta ahora por los pueblos originarios argentinos y puede «abrir otra etapa en este Bicentenario». Apuntó: «Los pueblos originarios necesitan recuperar sus bienes naturales y culturales. Hay que cambiar toda esta injusticia…».

Presidentes asisten a actos del Bicentenario

Argentina inicia los festejos del Bicentenario de la revolución por su independencia, los que culminarán el martes con un fastuoso desfile para recrear 200 años de historia en pleno centro de Buenos Aires, en presencia de varios presidentes latinoamericanos.

Los mandatarios Luiz Inacio Lula da Silva (Brasil), Hugo Chávez (Venezuela), José Mujica (Uruguay), Evo Morales (Bolivia), Sebastián Piñera (Chile), Rafael Correa (Ecuador) y Fernando Lugo (Paraguay) estarán presentes en la celebración, afirmó una fuente oficial.

Entretanto, la presidenta Cristina Fernández dijo que  «dar cuenta de 200 años no es fácil. Porque nos pasaron de todas cosas: feas y malas. Pero me siento orgullosa» de Argentina.