La petrolera BP se encaminaba a finalizar las operaciones para contener definitivamente la fuga de petróleo en el Golfo de México, pero los efectos de la peor marea negra en la historia de Estados Unidos golpearán durante años al país. Por primera vez, el domingo, la petrolera británica anunció la posibilidad de que el pozo permaneciera cerrado hasta que se selle definitivamente en las próximas semanas gracias a la excavación de pozos de derivación.

Todo hacía pensar que el pozo se reabriría parcial o completamente y que el petróleo se recuperaría en la superficie luego de un período de prueba de algunos días. «Esperamos que si continúan estas buenas señales, podremos continuar con las pruebas hasta sellar definitivamente el pozo averiado», señaló el jefe de operaciones de BP, Doug Suttles, en teleconferencia de prensa.

BP detuvo el jueves la fuga de crudo por primera vez desde el comienzo de la catástrofe el 20 de abril y el petróleo dejó de derramarse por millones de litros en las aguas del Golfo de México. La petrolera sigue trabajando en dos pozos de derivación que deben interceptar al pozo principal a varios kilómetros bajo tierra.