Un funcionario del Registro Civil de la provincia de Entre Ríos planteó ayer domingo objeción de conciencia al anticipar su rechazo a celebrar casamientos entre homosexuales a días de entrar en vigencia la ley aprobada en Argentina el jueves último.

«Por una razón de conciencia veo posible no hacerlo, la ley no me obliga a casarlos y calculo que se van a producir más casos como éste», dijo Alberto Arias, director de la repartición.

Entre dos personas del mismo sexo «no hay matrimonio», sostuvo Arias en declaraciones al canal de televisión TN. El funcionario explicó además que es «abogado canónico» de la influyente Iglesia Católica, el culto mayoritario del país.