La lucha contra el derrame de petróleo que originó la marea negra en el Golfo de México está «prácticamente terminada», anunció el presidente de EEUU, Barack Obama, mientras BP informaba que la catástrofe le lleva costados 6.100 millones de dólares.

«La semana pasada nos llegó la noticia que esperábamos (…): el proceso iniciado para impedir la fuga de petróleo gracias a un tapón de cemento parece haber funcionado», dijo Obama durante una ceremonia en honor al equipo de football americano de Nueva Orleans, en Luisiana.

«La etapa final se dará a más tardar en agosto, cuando los pozos de derivación estén terminados. Pero lo que es evidente, es que la batalla destinada a impedir la fuga de más petróleo en el Golfo está prácticamente terminada», añadió el presidente, en una rara manifestación de optimismo respecto al derrame que desde abril tiñe su presidencia.

Obama advirtió, sin embargo, que «el trabajo continúa» para limpiar las costas del Golfo de México de lo que el gobierno calificó como peor catástrofe ecológica en la historia de EEUU. «Prometí a los habitantes de la costa del Golfo que me mantendría a su lado, no sólo hasta encementar el pozo, sino hasta que los daños hayan sido reparados», añadió.

En una reunión con dirigentes del grupo británico, altos asesores presidenciales «hicieron énfasis en la necesidad de que BP proceda rápidamente a pagar las demandas a gobiernos locales y estatales».