Varios países anunciaron donaciones para las víctimas de las inundaciones en Pakistán, después de que la ONU se inquietara por la lentitud de la movilización internacional y dijera temer una «segunda oleada» de muertos en las regiones devastadas.

Las inundaciones provocadas por las lluvias torrenciales del monzón han afectado una quinta parte del país desde hace tres semanas, barriendo pueblos y anegando tierras fértiles. La catástrofe, la peor en la historia del país, ha matado hasta ahora a 1.600 personas, según la ONU, y 20 millones han sido damnificadas.

Pero, las agencias de ayuda encontraron dificultades para reunir el dinero necesario. Gran Bretaña deploraba el lunes el monto «miserable» reunido hasta entonces, una situación que los expertos explican entre otras cosas por un «déficit de imagen» de Pakistán, por ser un país relacionado a menudo con el terrorismo.

Pero la ONU anunció ayer que los fondos empezaban a llegar más rápidamente, cerca de una semana después de haber pedido a la comunidad internacional 460 millones de dólares de ayuda para socorrer a los seis millones de damnificados más vulnerables.

La ONU sólo había recibido el lunes el 20% de este monto, pero subió al 35% ayer por la mañana, y al 40% al final del día, según cálculos de la organización.

Desde Pakistán, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, había instado el domingo a la comunidad internacional a «acelerar su ayuda al pueblo paquistaní».

Respuesta. Su exhortación «parece haber sido escuchada», y «nos movemos en buena dirección», señaló en Ginebra Elisabeth Byrs, portavoz de la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA). La comunidad internacional «se está movilizando», dijo.

Japón anunció el envío de 10 millones de dólares más de ayuda de emergencia. Austria ha triplicado su ayuda, elevándola a 35 millones de dólares en total. Será entregada a través de las agencias de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, y también, en el caso de las zonas más afectadas, por medio de la aviación militar australiana.

Turquía ha duplicado su ayuda a las víctimas de las inundaciones, elevándola a 10 millones de dólares. Arabia Saudita ha reunido 20,5 millones de dólares el primer día de una campaña de donaciones para los damnificados. Afganistán contribuirá con una ayuda de un millón de dólares.

El Banco Mundial se ha comprometido a liberar 900 millones de dólares para Pakistán, pero no ha precisado el calendario de entrega. El lunes, Maurizio Giuliano, portavoz de la OCHA, dijo temer una «segunda oleada de muertos», si no llegan más donaciones , destacando que 3,5 millones de niños están amenazados por enfermedades transmitidas por el agua.

«Necesitamos dos millones de dólares por día para entregar agua potable a las víctimas, pero no tenemos eso para gastar», explicó Daniel Toole, de la Unicef. El Programa Alimentario Mundial (PAM) advirtió que «las reservas de comida están bajo fuerte presión para septiembre».

Ban ki moon presionará en la ONU

Asamblea
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, recurrirá mañana a la Asamblea General del organismo para pedir más solidaridad con las víctimas de las inundaciones en Pakistán, ante la lentitud de la respuesta internacional a la catástrofe que sufre ese país.

Informe
Según su portavoz, Farhan Haq, el secretario informará en una reunión del foro de la ONU del resultado de su visita el fin de semana a las zonas afectadas, al tiempo que les urgirá a ser más generosos con las víctimas de la peor inundación en Pakistán.

La indignación crece entre los refugiados

Entre la población crece la indignación por la lentitud en la llegada de ayuda y la incapacidad del Gobierno para afrontar la tragedia. La BBC informa de que el lunes decenas de hombres armados con palos bloquearon una carretera principal en el sur del país para exigirles a las autoridades mayor rapidez.

Hasta el momento el Programa Mundial de Alimentos ha distribuido comida a menos de un millón de personas y de medio millón de familias que necesitan refugio, sólo 98.000 han recibido tiendas de campaña. Miles de hogares y otros edificios, como escuelas y hospitales, han sido destruidos y se han perdido los cultivos.

Una de las preguntas clave es si ante la tragedia los agricultores podrán plantar trigo de invierno en septiembre, señala Mike Wooldridge, corresponsal de la BBC en Islamabad. Las agencias internacionales de ayuda dicen que es difícil comunicarle al resto del mundo la magnitud del desastre.

Bill Berger, asesor regional de Usaid para el sur de Asia, le explicó a la BBC que uno de los motivos es que la inundación ha ido empeorando con el tiempo y que no tiene el impacto mediático de un terremoto. Autoridades paquistaníes dijeron que al país podría costarle cinco años y 15.000 millones de dólares recuperarse.