El proceso de identificación de los 72 emigrantes asesinados en el noreste de México continuaba este sábado, en tanto se multiplican los reclamos internacionales. «En lo personal siento que un grupo importante de estos 72 quedará sin posibilidad alguna de identificación», dijo durante la tarde del viernes el vicecanciller de Honduras, Alden Rivera.

Hasta el viernes habían sido reconocidos 31 de los 72 cuerpos —entre ellos 14 hondureños, 12 salvadoreños, cuatro guatemaltecos y un brasileño— porque eran los únicos que portaban algún documento de identidad, explicó el diplomático en la Ciudad de México. Las tareas prosiguieron ayer, aunque no surgieron detalles. La cancillería hondureña anunció que coordina con los familiares de las víctimas el proceso de repatriación.

La masacre ocurrida en Tamaulipas, atribuida por un sobreviviente ecuatoriano a integrantes del cártel Los Zetas, provocó que organismos internacionales elevaran sus viejas demandas al Gobierno mexicano de garantizar protección a los derechos de los emigrantes.

«Estos asesinatos, evidencian la situación crítica de las personas migrantes en el país», dijo Navi Pillay, titular de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (Acnudh). De los 400.000 emigrantes que atraviesan México para llegar a EEUU, «la mayoría es víctima de redes trasnacionales de contrabando, trata de personas y tráfico de drogas; muchos de esos migrantes nunca alcanzan sus destinos», denunció desde Ginebra.