El jefe militar de las FARC, Luis Suárez, alias Jorge Briceño y Mono Jojoy, murió en un ataque de las fuerzas de seguridad a su campamento, calificado ayer por el presidente Juan Manuel Santos como el golpe más contundente contra esa guerrilla.

«Éste es el golpe más contundente» a las FARC, «más que el de Raúl Reyes, porque él era el símbolo del terror, él simbolizaba la violencia», dijo Santos desde Nueva York, donde asiste a la Asamblea General de las Naciones Unidas. «Es una noticia histórica para nuestro país», añadió.

Briceño, de 57 años, integraba el mando central de las FARC desde 1993, y dirigía el Bloque Oriental de esa guerrilla, el más numeroso y el que manejaba mayores recursos económicos.

Su cuerpo fue encontrado en las primeras horas de ayer, tras bombardeos aéreos y combates en tierra ocurridos alrededor de su campamento en el departamento de Meta, centro de Colombia, informó el ministro de Defensa, Rodrigo Rivera. El ataque fue lanzado el miércoles a la 1.00, según el Ministerio de Defensa, y había sido aprobado el lunes por el presidente Santos antes de viajar a Nueva York.

En los combates murieron unos 20 guerrilleros y fueron heridos cinco militares. Se trató de «una operación 100% colombiana», enfatizó Santos, que asumió la Presidencia en agosto y era Ministro de Defensa cuando fue abatido Raúl Reyes, entonces el segundo al mando de las FARC, en un bombardeo en territorio ecuatoriano de la frontera con Colombia el 1 de marzo del 2008.

Washington afirmó que la muerte de Briceño representa una «importante victoria para Colombia», según un portavoz de la Casa Blanca, Mike Hammer.

El secretario de la OEA, José Miguel Insulza, felicitó a las autoridades y advirtió a la guerrilla que «el camino armado que transitan se va cerrando cada vez más». La senadora colombiana Piedad Córdoba, quien en los últimos tres años medió en la liberación de 14 secuestrados de las FARC, pidió privilegiar el diálogo sobre la guerra.

«El aplastamiento del otro no fortalecerá la democracia, dijo Córdoba, al instar al Gobierno y a las FARC a «sentarse para que se definan mutuamente las acciones a seguir, la entrega de los cautivos, acuerdos de derecho humanitario y el diálogo sobre temas políticos».

La ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, rehén de las FARC entre el 2002 y 2008, consideró que la muerte del Mono Jojoy «abre una rendija de esperanza para Colombia» y «quizá puede ser el fin de una larga noche».

También cayó Romaña, otro líder

El miembro de la cúpula de las FARC Henry Castellanos Garzón, alias Romaña, también murió en el operativo en el que abatieron al Mono Jojoy. Ni la Presidencia ni el Ministerio de Defensa confirmaron, pero Caracol Radio informó que interceptaron comunicaciones de las FARC en las que la misma guerrilla lo confirmó.

Sanguinario y temido, así era Briceño en Colombia

El Mono Jojoy, abatido en Colombia y considerado uno de los integrantes más radicales y sanguinarios de las FARC, recibió ese alias por su habilidad para burlar al Ejército en la selva, méritos que le llevaron hasta la cúpula militar de la organización guerrillera más antigua de América.

Las posturas más violentas eran las suyas y los ataques contundentes de las últimas décadas estuvieron bajo su dirección, como el estratega que doblegó al Estado y lo llevó disminuido a intentar negociar la paz en 1999.

Víctor Julio Suárez Rojas, alias Jorge Briceño Suárez para los guerrilleros y Mono Jojoy para los militares, murió a los 57 años tras una vida dedicada a la lucha armada, heredada de su padre, quien en la década de los 50 del siglo pasado se alzó contra el régimen conservador de la época.

Contra el Mono Jojoy pesaban más de 62 órdenes de captura, 12 medidas de aseguramiento, cinco condenas en ausencia, dos peticiones de extradición y 25 investigaciones preliminares.  EEUU ofrecía una recompensa de cinco millones de dólares y estaba acusado de narcotráfico, terrorismo, rebelión, secuestro, asalto, extorsión y porte ilegal de armas, entre otros muchos delitos.